miércoles, 27 de octubre de 2010

Balcón blanco
Sumerge la cabeza 
El agua le tapona los oídos
Recubre sus pensamientos, como olas que rugen sin cesar, donde en algún sitio crujen sus corrientes, donde el mar sube sin más
Abre los ojos
Transparente
Sí, así nunca se ha sentido, el implante de sus guiños no deseados la delatan
Oculta en lo más hondo sus penurias.
La bondad del rezo por él, es en cuatro paredes sordas
Alrededor, transcurren los coches, las bocinas, los niños en su mundo, el que de mayor soñamos.
Salen y entran personas de los edificios, con prisa, mirando el reloj
Cansados, sin ganas de discutir sabiendo lo que esperará al pisar casa.
Argumentos de última hora para el director, como pedir perdón por errores, nerviosos por ver a esa persona, esperabas tanto ese momento y ahora quieres que este a destiempo.
Asuntos sin importancia, de los que tanto nos gustan hablar, reír, llorar.

Nada se detiene
Vivimos en constante movimiento
Parece que muchos solo caminan en un suelo sin sonido,mirando sin esperar lo mismo
Otro lugar piensan, donde quizás, desean estar.
Otros pocos, dedican ese minúsculo espacio que pueden rescatar para realizar las acciones que tiene pendientes, lo que más le gusta hacer o como hizo aquella chica del balcón blanco
Sin poder evitar sus pasos, los movimientos y pensamientos que suceden,  se absorta de los problemas u obligaciones que tiene que cumplir. hace lo que le complace, lo que un pecador asentiría con la cabeza, lo que impulsa una mano abierta, una palma tranquila con sus arrugas hereditarias
Relajarse, ser feliz.

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