lunes, 29 de noviembre de 2010

Dijimos hasta luego por última vez
Te fuiste por donde viniste
La lluvia fue el riachuelo de tu rastro
Pensaste que iría, pero cerré la puerta de mi casa y apreté los párpados para no sollozar
A la vuelta de la esquina
Te vi esperando el taxi y me miraste como la mujer más maravillosa y más desconocida que pudiste ver
Supe ahí lo ocurrido, el interés que abriste en mí
Fui temporal sobre tu calma
Fui la furia de tu rutina
Y nada más
El destino nos reunió nuevamente
Pero esta vez, solo eras un hombre contemplando a una mujer
Y yo, tenía otros besos prisioneros, otra figura que asemeja el principio de algo triunfante 

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