-Oye chica, ¿ por qué tiras tantas cosas a la basura?
- Digamos que me voy a olvidar de una persona y para ello tengo que tirarlo
- Eso es de mala educación
- Al carajo la educación, ¿crees normal pensar en alguien durante semanas sin recibir una sola señal? aunque sea un "Hola ¿ qué es de ti?"
-Lo querías mucho
-Tampoco lo sé, nunca he sentido algo parecido, tampoco con menor intensidad
Sus palabras bonitas se las llevo el viento, y al formarse el huracán las recuerdo cada una lentamente, sabiendo lo que perdí, sin una pizca de amabilidad de la conformidad de los latidos ingenuos de mi pulso
-Lo has pasado muy mal
-Ver el sol ya no me saca la típica sonrisilla de voy a comerme el mundo
Y yo soy alegre, con eso, lo digo todo
-¿ Sabes? mi padre denominaba al amor como una droga obsesiva , de esas que usas sin fecha de caducidad sin importar nada más, y al agotarse, al registrarte cada bolsillo y no encontrar ni un gramo, dramatizar sobre ello. Añorar algo que se ha vuelto adictivo.
-¿ Conoces algún centro de desintoxicación ?, esta chica lo necesita, es la mejor solución
- La mejor de todas, es no disimular que su sombra te persigue a donde vallas, desata esas lágrimas que rozan derramar tus párpados
-¿Para darle ese gusto?
-No, para secar tu anhelo, no conviertas el amor que te rodea en algo inalcanzable, ni un desierto la cascada de las esperanzas.
-Ayúdame
-Con esto, he echo más que suficiente, tú misma has de ver si la opción que aspiras es la correcta, sino, no tengas miedo a dar el cambio, ni siquiera por la seguridad de tu masoquismo, date una nueva oportunidad.
-Gracias ¿ a dónde irás ahora?
-A preguntarle a esa chica de enfrente que le pasa, supongo que algo parecido, el virus del mal de amores es típico en cada estación del año.
-Ojalá tuviéramos todos un cuento de hadas
-No, tendrás que creerme si te digo que la rutina sería una pesadilla, las rosas se harían hirientes en tus dedos,  aspirarías algo eterno, sin ningún cambio
- Pero estás con la persona que realmente quieres
- Una pareja, no se mantiene así como así, de los intercambios rutinarios, de las palabras sin mala intención, de las confusiones con solución insistidas, se conforta en pie, eso, es amarse de verdad


Y cada uno de nosotros, lo podemos sentir, tantas veces como resistencia tengamos.