domingo, 21 de noviembre de 2010

A veces soñamos con tener un cielo y sabemos que está sepultado a lo lejos
A veces una sonrisa no puede sacarla un amanecer

A veces un simple abrazo, un agarre de manos puede ser un impulso, una motivación a seguir adelante

Podemos ver la lluvia como sencillas gotas o como nuestras propias lágrimas.
El frío atrapa la mente y el tiempo lo hace eterno

Es un completo extraño que consideramos conocido
Preguntándole que le pasa sin verdadero interés, deseando saber.
Tantas personas se sienten extranjeras en este mundo, se adaptan a lo que pueden, respiran por vivir.
Vemos los automóviles pasar, deseando ser tan rápido como ellos
Dejar lo querido y lo que no lo es.
Aunque sea unos minutos, sentir que la soledad atrapa los problemas y tú  consigues un nuevo comienzo
Y después, volver a casa, nos realizan miles de preguntas y solo contestamos un centenar.
Recoger los seres queridos que de verdad te han esperado.
Los que perduraron en el aeropuerto de tu regreso, sin cambiar nada.

Desgraciadamente no somos los sencillos compuestos de la naturaleza, bellos y caídos con un movimiento.
Somos la presión de las agujas del reloj, estamos perseguidos sin final, o actúas en el instante preciso o intentarás retroceder en tu memoria parando todo tu alrededor
No intentes ser como el aire, tendrás y no lo disfrutarás
Solo se esa mata corporal llena de sentimientos ocultos o no tantos disfrutando y levantando cada vez.
Desafía a la vida aun reto mayor
A la liberación, a ser queridos, a no buscar por hacerlo, a no necesitar por el silencio, a ser personas.
A pesar de los pinchazos que se nieguen a continuar, a que te tienten a hacer que te mueves y sigues en el mismo sitio.
Lucha, contra ellos, contra todos
Se un completo desconocido hasta para ti, renace de nuevo.
Interpreta la vida tal y como es.

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