miércoles, 24 de noviembre de 2010


Y te sale cruz
Lo intentas de nuevo
Y te sale cruz
Será que la cara no es lo apropiado si deseas sentir la dicha.
Navegar hacia lo contrario, enfrentando e cogiendo riesgos que nunca has cometido.
Mira a las estrellas y responde a tu corazón
Qué te pide?
Libertad o amor
Sabes que la libertad es dada por las sonrisas, charlar sin importancia, contar lo que nunca imaginaste decir, sentir la satisfacción después de revelar lo oculto.
El amor, es la magia que hace que seamos como somos, hacemos lo que los impulsos y los sentimientos mandan, somos las marionetas irremediables.
Las dos pasiones se pueden cruzar, y en un momento preciso cogerás esa opción si ves tu camino bien claro, no habrán segundas oportunidades, o ganas o pierdes.
Alto, las segundas oportunidades son los deseos que aún perduran en tu mente y no conseguiste realizar.
Las terceras, pueden llegar a cansar, a repetir el cuento una y otra vez, pero algo está claro, si a la primera e segunda no funcionó, en la tercera, el miedo a quebrarse y a perderse taponará las salidas.
Y es que, no pueden vivir el uno sin el otro.
Has convertido el amor en una droga.
El conflicto surge cuando se ha acabado
Levantas de la cama y te miras al espejo y no esperas nada ni nadie, ni tan solo un mensaje, la intriga por saber de tu amante supera tus expectativas, circulas por la calle como si de algo artificial se tratase.
Donde tu historia finalizó, se terminaron los créditos.
Lamentas cada lazo que juraste recordar
Lamentas acostumbrarte a sus besos casuales
Lamentas darle la mano y ahora cada huella dactilar en memoria de tus ojos.
Lamentas tantas cosas, sobretodo una, su pérdida.
Tengas o no algo de culpa, recae la inmensidad de lo que supuso para ti .
Pides un lastre que te cosa la herida, y si te pregunta donde está, señalas francamente el corazón, pero te duele todo el cuerpo, no tienes ese elixir que impulsaba a levantarse cada día solo para oír su voz o el tintineo de una ventanilla abriéndose con alguna palabra bonita.
Sientes la pobreza del cariño
Hasta que en un momento, en tu habitación, algo distraiga tus pensamientos y sin más, salir de ahí, airearse y seguir. Jurándote no volver a amar jamás.
Admitiendo en tu interior que es lo que más ansías si es correspondido.
Y un destello,
Uno solo
Basta para que tu barrera se destruya y la esperanza entre sin permiso.
Cada promesa que olvidaste por unas sueltas e tiernas palabras que lees.
El mundo se derrumba a trozos.
Para mal o para bien, llegas al firmamento sin proponerlo
Después, pensarás
Ahora, te toca vivir ese instante que te robaron.
El arrebato de su ser.

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