martes, 28 de diciembre de 2010

Ese de ahí, el de aspecto usado, pegado a la pared, en el lado más sombrío de la farola
No tiene nombre, bebe sin remedio, canta imitando a un lobo en lo alto de la luna
Cada noche, entre el barullo, bebe, canta, se mira las manos con fragilidad
Para mí, por su apariencia, parece un desalmado, pobre viejo y perro personaje
Los hombres balbucen sobre él, sus murmullos llenos de misterios arrancan mi curiosidad
Salgo del sucio bar donde aliviar las penas unas horas y el resto del día mantener un fuerte dolor de cabeza.
Me dirijo a su guarida, temo por su hiriente rostro
Equivocado estuve, no era humano, le faltaba la cabeza, las piernas, los brazos, los hermosos ojos de una persona. 
Su forma geométrica me hizo deducir que era el único que lo veía, que hablaba con una pared de cemento intacta
-¿Porqué habitas de esta manera?
Con brevedad suelta las dichosas palabras que ansiaba oír
-No habito, no vivo, solo perduro en tu corazón
-¿Quién eres?
-¿Tengo que ser alguien para hablarte? solo soy ese sucio perro al que llamáis como algo extraordinario y maldecís cuando no queda nada más que decir.
Soy el que te lo da todo, el que te lo arrebata en momentos, el domador de tus sueños, el perturbador de tus pesadillas, el maldito amante, el fiel compañero.
-No entiendo tu postura en esta esquina
Ríe con ansia
-No importa, ríe todo lo que quieras, creo haber encontrado lo que buscaba en ti
-Hijo, no te aproveches de esta emoción tan tramposa, sin quererlo, puedo frenar el tiempo y hacerte desenterrar lo que te costó años guardar, soy capaz de subirte al cielo y dejarte en caída libre, soy el tablero del juego
-¿Porqué quitas la felicidad de un golpe?
Su rostro de aparente vejez y jovialidad a la vez, se enternece
-Muchacho, las maravillas se fracturan, si tus ojos no brillan con ese intenso ímpetu toda tu vida con tu acompañante, lo rescato antes de que sea demasiado tarde.
Me lo agradecerás más adelante, cuando la medicina cure cada consecuencia rota.
- Eres esencial
-Soy parte de ella, mientras respires, entre cada poro, cada aspiración, cada superación, cada derrota y cada victoria, me encontraré a tu lado, como amigo de la mano o como enemigo espalda con espalda.
Mis piernas dormidas se ponen en pie, lo veo por última vez antes de desaparecer entre las sombras.
Vuelve a cantar, a beber, a ser algo fundamental que no podemos ver.
Me vuelvo un momento y solo supe decir.
-¿Uno se puede volver a enamorar?
No contesta, quizás su silencio sea el equivalente a la respuesta, o puede, que lo tenga que comprobar por mí mismo.
Mi corpulento frontón se ensancha, y por primera vez, comprendo que la vida no es un día ni dos
Es una época, son unas 24 horas donde creces o desapareces del mapa
Hasta que se decida, vivirás miles de días
-Gracias amor. -y así, me desvanecí por donde vine
Por donde fui inconsciente



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