miércoles, 29 de diciembre de 2010

La brisa marina envuelve el olor corporal
Mi mente juega en el pasado, caminando sin dirección, a un lugar donde tú estés y la perfección sea nuestra opción.
El mar pinta las rocas del color azul de la noche
Deseé sentir tu brazo en mi hombro, que vieras conmigo el lugar que te prometí encontrar.
Imagino que surcaste el cielo hace ya un tiempo, un año rápido, veloz, con un sol entre las nubes.
Y por una vez, sonrío por tu felicidad, sonrío por mi sincera gratitud
Sobre la llama se incinera lo captado
Pero, si este es el final del cuento,¿ qué hago escribiendo el continuará?
Quizás el caprichoso corazón no sabe captar la orden que le damos
Quizás el ser humano esté echo para desear y amar en un momento de la vida y después repetirlo todo a cámara lenta, de una manera que saboreas con gusto pero no sublime.

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