viernes, 24 de diciembre de 2010

Te pintas los labios
Enredas tus pies al suelo
Te vuelves loca de repente, te sueltas el pelo
Caminas segura de ti misma, los espejos reflejan la silueta que dar a ver.
La verdadera se queda en el armario sin molestar.
Te preguntan tu nombre, escoges uno al azar.
Una vez intentaste ser una princesa al lado de un príncipe inigualable
El libro con los relatos se hundió de presión y tú quedaste a flote de la mano soltera
Ahí, el invierno atrapó el verano
Pero corres de cualquier forma, la apariencia debe engañar sin pensar
Hasta que alguien no te haga darte cuenta de que estás haciendo mal, seguirás escuchando los ruidos pasajeros, el amor falso que no vas a buscar.
Si apareces en su puerta, el candado se a de soltar, a pesar de la cadena exterior.
Aunque ya el punto y final penalizó la última frase 
Toca asimilar y recoger cada trozo del cariño dado
Porque no vas a soñar estar en otros besos, tampoco en un amor inesperado
Sino más bien, en como recuperar la compostura y así, ver el mundo tal y como es 

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