-Dime solo un motivo y me quedo
-¿Uno solo?
-Sí, que debo esperar, ¿una lista enorme?
-Tampoco, pero sí esas líneas de lo mucho que te quiero
-Pocas
-Demasiadas
-¿Por qué?
-No lo sé, fue verte y encontrar una emoción que arrincona los pensamientos de antes y arranca con sensaciones donde soy un inexperto
-Ni siquiera estamos juntos
-¿Y? mientras te tenga en mis brazos y me beses como solo tú sabes hacer, me da igual lo demás, que se detenga el cielo, que nos envidie cualquier amante arriesgado.
-Hemos perdido la batalla
-Pero no la guerra
-Se acabó
-¿La facilidad de irse y volver? Vale, quédate para siempre


Un apretón de manos en un banco de madera recién mojado por la lluvia sella ese amor que fluirá hasta en los confines de quien lo busque