martes, 25 de enero de 2011

En una sala donde aguarda el silencio y se contempla la magia que calla el sonido del exterior, un pájaro de alas libres y cargadas de un plumaje embriagador, se pierde en los sueños de la mente y sin vacilación, la libertad que desprende abarca su sombra y nos surgen sonrisas en una sala de cuatro paredes de ilusión con una puerta llamada imaginación.

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