jueves, 13 de enero de 2011

Y el ángel severo sin nada que objetar, agotado de ganar para pecar le formuló
-Demonio, que gracia tiene agarrar una espada, matarte y convertido en sombra de las cenizas resurjas.
Abatido y cansino le contestó al prudente ángel:
-Así, me hizo Dios

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