Pero, ¿qué gracia tiene seguir si dejas lo que te constituye atrás?

La vida es un sortilegio caro, usado en manos baratas.

Si existe el destino, escribirán grabando en la piedra todas y cada una  las locuras que haremos.

Porque ni tú ni yo, somos quienes para criticar lo que sucede en cada momento del día, lo que digas o no.

Lo que callamos, lo que decimos, las mentiras creadas a verdad.

Somos seres de dos piernas y dos brazos, un simio más.

Y como tal, la estupidez viene de genética.

Así lo dicta y lo marca la vida.