martes, 1 de marzo de 2011

Buenas noches, te veo dormir.
Imagino que sueñas  algo que no recordarás mañana
Sonrío a pesar del poco aliento hacia ti que me queda.
Sé que plácidamente te estiras, y ahora, yo, tú ángel, vela por tu refugio.
Suspiro en tu oído, en la distancia, para que oigas lo mucho que vuelo sobre tu lecho.
Lo mucho que quiero traspasar este cielo y caer en el infierno contigo.
Pienso que rechazarás cualquier opción, y mis alas, sangrando y blancas, querrán que las acaricies por última vez.
Quiero recordarte el manto protector que soy para que las pesadillas surquen lejos de ti.
Desde mi ventana, beso el aire para que viaje hasta tu frontón, donde tantas veces he deseado besar.  Donde he besado y no he podido ocultar mi sonrisa, para que a la noche un zumbido me diga que sigues ahí.
Cuando extrañes a este ángel del ala rota.
No dejes de añorar mi despegue que nunca quise efectuar.
Fíjate en los rayos de la luna, donde pintaron mis esperanzas.
Donde queda el amor que arrojé al río de penurias.
Donde, obligué hasta al menos justiciero para lograrlo.
Y así, tu triunfo me dé satisfacción.
Como ángel de la guarda oculto que soy. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario