miércoles, 9 de marzo de 2011

"Despierto soñando contigo.
Parados en el andén de estas sábanas quisiera decirte lo mucho que me frustra tener un cuerpo absorto de sentimientos. 
Cariño escúchame por favor.
Tengo frío y la manta que compraste por navidad no me es suficiente, eras tú quien con una sonrisa y un beso en la nariz me hacía cálida y feliz.
No sé que está pasando, quizás la llama del amor la estamos apagando como si hoy lloviera. No ponemos un paraguas encima de ella.
Protejo mi alma de una de tus miradas en otro lugar lejos de aquí, siento como desvaneces lo conseguido con miedo a decírmelo, como tus actos son menos adorables y más confusos hasta para ti mismo.
Y si es así, mi amor abrígate de esta soledad y tómate un descanso.
Puede que la cuerda floja te transmita pavor y ya mi mano por causas de la vida esté debilitada.
En este momento, escribo esto rápidamente, antes de tu vuelo, sin un por qué ni un decir, solo unas letras que luchan por no abrir los ojos y ver el desamor de la puerta.
Por eso mi caligrafía representan esas letras de mi garganta, ese te quiero gritado y no escuchado en la sala de pasaportes.
Ese sentimiento que has guardado en la maleta y se va lejos, junto conmigo a pesar de estar en la misma habitación."





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