jueves, 10 de marzo de 2011

Un cruce de miradas acaba con las dudas de anoche.
Un beso cercano a los labios transporta mi realidad al segundo plano.
Solo contigo experimento ese sentimiento que dicen que se vive una vez.
Es tan lejano, lo veo cerca e intocable. Pero lo acaba susurrando mi razón.
No discuto la impertinencia del dolor, no ilusiono al corazón.
Más bien, tranquilizo el motivo por el cuál sonríes cargando sentimientos que si encajan, acaban siendo amor.

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