lunes, 30 de mayo de 2011

No siempre tendremos la paz a nuestro favor
Quizás tu nombre de la piedra donde te has hospedado se borre por incoherencias
Tal vez, seas ciego por mucho tiempo y al final abras los ojos
E incluso, no los abras nunca, depende de la ceguedad con la que ames
En esta vida más vale adaptar tu persona a la multitud llena de inocencia
Más vale asegurar que estás preparado para sus engaños, para sus verdades ocultas y sus amores confusos en la cabeza
Nunca decaigas como una hoja al tocar la tierra, al ser pisoteada por miles de pies que ni se inmutan
Seguramente en momentos de soledad abrazarte las piernas sea insuficiente, te sientas inacabado
Pero de qué vale no soltar lágrimas en momentos así, de qué vale disimular alegría cuando vas un paso por delante de lo perdido, y uno atrás de la realidad
Expulsa los sollozos ahora, mantén pulsada la esperanza para el después
Sé fuerte para esos que creen que lo serás y los que no
Disfruta de ti, corre velozmente por el asfalto de los que te rodean
No te pares aunque te echen de menos
Ya que ahora eres tú quién te extrañas, y mañana el juego habrá terminado y de nada habrá servido
Hazte recordar de esa manera donde te vieron pasar y en un segundo, desaparecer para mejorar
Activa la estabilidad en tu alma, para que algún día, puedas revolverla y ser feliz entre miles de locuras

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