jueves, 9 de junio de 2011

-Fíjate en la hermosura de la soledad, no es capaz de molestarte
-Contempla la preciosidad de tu alma partida en dos, ya ni sabes que dices
-No está aquí
-Tú tampoco. Cabalgas contra la libertad a contrarreloj 
-Tengo la sensación de que esta conversación quedará en el olvido como su adiós, 
como mis llantos
-Pues yo, tengo la sensación de que el tiempo es sabio aunque insultante
Que tus lágrimas forman un río que tendrán sequía
Que el sol iluminará tu cara pero no el corazón, porque a ese órgano vital, lo reanima tu ansia por vivir sin depender del que dirán, contemplando la belleza de lo demás
De ti, de lo que no fuiste y puedes ser
-¿Y donde queda lo que más deseo obtener?
-Revolotea por tu cabeza, persigue tu espalda, se baña en la mar, crecerá para satisfacer la constante vida que llevarás y sin planteártelo, cambiará
-Fácil de oír y convencer, difícil de ejercitar
-No caigas en ese mundo alejado del  real, comprende que si se han marchado, será porque te irás, porque si otro cuento sucederá, no será el de princesas
-¿Cuál pues?
Burla
-¿Cuál?, ese que ni has parado a meditar, ese que esquivas para poder liberarte, para presionarte más y más cuando tropiezas, ahogando tu cuello, depositando en tu paladar sed
-Voy a perseguir la sombra disimulada del sol, me despeja
-Vete de aquí, huye de nosotros, sé valiente empujando a la cobardía, convive con preguntas que pronto partirán, no las seduzcas que altaneras son
Piérdete, encuentra la guarida que ya semi desnudos y en carne viva no exhibimos, no podemos exhibir
Forastera de pieles, dolida cautelosa, amada del amor, parpadeo iluminado que oscurece para un día, amanecer





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