lunes, 5 de septiembre de 2011

Dan igual las millas que decoren la mar
No me importa que el cielo se tiña de colores allá y aquí reine la oscuridad
Sea donde sea, yo sin conciliar el sueño tranquilo, sin dormir, te amé
Una noche más, un suspiro que se va
Tus ojos se cierran ahora, a pesar de las olas distintas que sobrecogen la costa
Y mientras tus labios se vuelven pecados lejanos
Toco con una guitarra vacía, sin melodía
Una vuelta concisa, una y definitiva
Luego , cierro mis párpados y, descanso. Dejo una puerta abierta y, que pase tu canto.
Señalo mi palma con un dedo, y sin palabras ni hechos, me dirijo hasta el cielo.

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