sábado, 3 de septiembre de 2011

Y esta noche feliz, te susurro en la noche que soñé contigo, que te perdía...
Hoy, esta noche, me alegra que tu sonrisa sea tan esplendorosa que inunde al completo sol.
No hay herida mayor, que tu cicatriz.
Esa que cierras y abres sin parar, tapándome los oídos, dejándome ciega, amando la tranquilidad de la noche.
Saber, sabes que te quiero.
Entenderme, entiendes que mi vuelta te ilumina una parte del túnel.
No hay mayor dicha, que tú felicidad, pero la mía, donde la dejaste.
Dime donde, para ir a buscarla, y si lo deseas, a buscarte.
No hay por qués para el amor, pero sí por su creación.
Cuídame, dices que me cuidas, pero el abandono de mi ser mancha el mantel
repleto por cosas que vivir.
Vivir, viviré.
Salir saldré, de esta desdicha que llena mi ser
Que colorean de un gris tosco las paredes de la habitación del corazón.
Dejando a un lado mis temores, y atrás, el pisado honor.

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