domingo, 2 de octubre de 2011

Cuando alguien está ahí, cuando algo u alguien te inspiran confianza, seguridad y ganas, todo se tiñe de otro color.
El negro se sustituye por múltiples colores, y las delicias de la vida aligeran los motores.
Con tiempo, algunas alianzas se separan para unirse más, otras se van, y otras comienzan a actuar.
En este mundo como muchos dicen: Nacemos solos, morimos solos.
Pero a lo largo de la vida, te acompañan, una, dos personas quizás. No más.
Ni siquiera esos amores que juran eternidad llegan sus promesas a saldar
Solo aquel, sincero y compresible, turbio y constante, perjudicial y maravilloso, ese sin el cuál no puedes vivir. Esa persona que sin ti no es nadie y para ti, sin sus momentos el mundo se convierte en nada.
La justicia fuera de la profesión no existe. Las personas harán lo que creen conveniente y fallarán.
Fallarán para ganar.
Y sino, vuelta a comenzar
Cuando sales al mundo, cuando conoces el exterior, alguien te coge en brazos, te arropa.
Al morir, supongo, que un último pensamiento de una risa, un beso, un instante, un rostro, decora ese segundo.
Por tanto, escucha el ritmo del corazón, cueste lo que cueste, solos no estamos, habita una melodía palpitante
Abandonaremos muchas historias, buscaremos una propia, olvidaremos los sucios antes.
Soñaremos con ilusión, con obsesiones, con el romance de tu ser.
Somos humanos, no piedras, pero si falsos.
Y, mientras unos lloran con la pureza, otros ríen llenos de miedos apartando de toda vida su belleza.
La vida es algo imperdonable, y nunca tendrás que pedir perdón por ella.
Tan sólo, observa como irás cambiando, como la sociedad llena de perjuicios que no cesan y falsedades más dolorosas, se destruyen.
Y si a ti te han destrozado, será que tus heridas habrán de cicatrizar.
De ahí, el presentarse a la felicidad, tras una calma cambiante, tras una guerra que creía no tener final.
Agradece todo, perdona. Ama y trata de enterrar
Pase lo que pase, las cosas ocurrirán.
Eso, no se puede evitar.
Por ello camina por tu dirección, no mires atrás, que te critiquen, que odien tu manera de hablar sobre esto, que se enamoren de ti por un minuto, que duden por desconsolación, que intenten rescatarte cuando te crean perdida u perdido, que lloren por tú pensar en cosas que se alejan de aquí, que hagan lo que quieran, tú haz, vive, solo vive. Con ganas, con fuerza.
Así, no te tumbarán, ni esos que juraron sostenerte.
Pocos se quedarán contigo, pero eso es suficiente.
Ahora no despiertes, es más...¡Hola!
Bienvenido al puto mundo donde el que te gobierna es tu alma y ayudarás sin importar nada más, alejando las emociones de las trampas de seguridad.
Bienvenido, a la realidad, al sonreír sincero, al impresionarte a ti mismo superando cualquier aflicción.

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