sábado, 22 de octubre de 2011

No quiere llorar, adora perder el tiempo imaginando mil historias sin realidad
Se guía por impulsos, por atracciones fugaces, por un gran amor sin nada que reflejar
Se da cuenta del engaño, del corazón enamorado
De esos lamentos que suspiran por besos
De esos dedos que tocan frío y añoran su calor
Que buscan un individuo, no tu nombre, apegado a tu manera de moverte, de besar, del intento de "amar", de mentiras que ciegan, de tu espalda que le das, a lo que un día fue un refugio andante lleno de armonía y paz
Hasta que el verdadero toque la puerta, se la cierres en pleno rostro, y decidido, rompa la ventana para entrar
Siéntate, la espera será larga, pero la espera valdrá más que una caricia sin identidad del que fue tu mundo.
De eso con lo cual sueñas, y ya no es tuyo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario