martes, 11 de octubre de 2011

Y, ¿recuerdas?
Haz memoria, empecemos.
¿Recuerdas aquellas noches donde extrañas sensaciones abundaban tu cuerpo?
¿Aquellas extrañezas que al tiempo, fueron certezas?
Para ser claros,¿recuerdas cuando temías al amor?
El caer enamorado, las mariposas perturbadoras, los nervios a flor de piel, los besos pegajosos como la miel.
Cuando una sola persona, ponía en pie el pelo de tus brazos 
Aquellos minutos, que eran segundos, con o sin lazos.
El amor, tan cursi como suena, es la vida del corazón.
La continuación de un final, el principio de algo perdido, lo nuevo, lo antiguo...todo, es increíblemente lujurioso 
Cuando llegue, querrás regresar. O puede, que tan fuerte su veneno te impregne, que el dolor sea el cosquilleo de los sentidos para alcanzar la gloria.
La felicidad, menos ciego o demasiado, a pesar de los miles de términos que se escriban de ella, es una tan sola.
Es la persona que cambió tu vida.
La que, a pesar de la ilusión de enamorarse o el odiar caer en este laberinto lleno de satisfacciones y castigos, te dará una idea de lo que nunca imaginaste De lo que nunca creíste
Te enamoró a ti, a tus ojos que miran a la vida y sin quererlo, a tu ser
Ser lleno de sensaciones, con un destino
Sea como sea, confesarás, que el amor fue lo peor que te transformó y que, mejoró tu camino 
Tu vida
Sí, sí
Un regalo de la naturaleza que llega sin avisar, un pecado misterioso, un sueño hecho realidad, aunque muchos, sin haberlo soñado



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