viernes, 18 de noviembre de 2011

Olí a sal marina, volví a ver el mar
Seguía precioso, con su dulce voz que pocos se paraban a escuchar
Entonaba una canción marinera, que se apoderaba del interior, con ganas de nadar
De que el frío acariciase el cuerpo y las olas se lo llevasen de la vida tras la orilla
¡Hay mar!, me alejé de ti para llorar en paz
No me juzgues, he vuelto autónoma
Solo para escribir hacia ti, para que mis ojos saluden el horizonte y aún sin ganas, sonreír
¡Hay mar!...que grandeza tu manera de entender
Apacigua mis dudas, llenas mi ser

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