Te quiero
Sí, sí, te quiero
También te adoro, adoro esos momentos donde la felicidad se hace pequeña porque una palabra mayor gobierna el corazón
Recuerdo muchísimas cosas que me hicieron ser parte de ti, y así hacerme yo.
Cuando te ibas, pero volvías
Y, al tiempo sabíamos que todo esto no lo borraba ni la lejanía
Recuerdo trasnochar, escuchar tu voz en el viento y cuerda volverme loca.
Por ti, por tus besos, por ese escondido amor que me dejó rota
Pero la armonía volvió a su hogar, tu eras mío
Yo era tuya
Cuando más perdida estuve, miraba hacia las luces en la oscuridad.
Me dolía el escuchar tu ritmo cardíaco en mis oídos, en recuerdos y, no poder girarme, verte y así, decirte cualquier estupidez y romper a reír, sin tener que llorar.
Creí perderte para siempre, perderme.
Creí muchas cosas, pero sobretodo en aquel trágico amor.
En que un día, se convirtiese en una hermosa flor.
En una palabra llena de esplendor.
En un momento entrelazados, jurando no terminar.
Siendo así uno cuando nos constituimos dos.
Y apareciste, milagrosamente me abrazaste y mis lágrimas sin brotar, lloraron.
De salvación, de aspirar tu olor
Me juré protegerme, y prometí en la eternidad amarte.
En estos instantes, en este mismo momento yo te digo...
Te amo
No valen solo hechos, sino una presencia exacta, donde al despertarme, te encuentre.
Que sepa que estás atado, que tú escondiste las llaves para no salir.
No sólo estoy enamorada, mi vida se unió a ti, cuando me miras y comienzas a reír.
Quién sabe que será de mí mañana, pero sé que seré hoy.
Y sé que serás aquí siempre.
No te vallas nunca, y si te lo replanteas, si no encuentras la lógica
Mírame, no la hay.
Solo algo sin justificaciones, tan sólo amor.
Despiértame al subir la persiana
No para despejar este sueño, sino para desayunar besos de tus labios, un par de galletas y, volverte a tirar a la cama y no levantarnos en todo el día.
Sé que suena cada frase y acto maravillosamente
Por eso hazme callar con esta realidad, con una vida única y especial
Donde no hay final, donde hubo hace años, un principio
No eres un príncipe, pero eres MI príncipe
No hay más, así debes serlo, así te quiero cuidar, querer, adorar, amar.
Sin decirte nada, llegando a fallecer y encontrarte nuevamente en el más allá
Siendo un solo corazón que late por dos.