viernes, 23 de diciembre de 2011

Adiós, 2011

Saber que un año viene, que otro se va
Que el dolor de las entrañas falleció, que una vez gritó
Con sabiduría y precisión, perderse en las experiencias
Quizás todo halla cambiado, tu persona se abrace sola o nuevos comienzos se abran hacia ti pero, lo más importante, es no decir jamás cuando no esté el para siempre, cuando lo gris se tiña en tu color de ojos, cuando el amor se esfume y queden los recuerdos.
Tal vez un año viene, pero otro se va.
Con sus fantasías, su realidad, su infancia hecha madurez
2011, quería gritarte, quería acusarte, quería muchas cosas, pero solo puedo escribirte.
Has sido la peor pesadilla convirtiéndote en mi sueño.
Tal vez mi camino esté separado, no tenga dirección. Aunque, tengo todo el tiempo.
Es hora de no saber nada, de saber sin horas
De morder el triunfo que esnifé en el polvo
La esperanza está cerca, todo lo demás lejos.
Y, está en mí.
Nada lloverá, yo haré que llueva.
Yo con mi fuerza, yo conmigo misma, yo haciéndote ver, que valió la pena, que valiste la pena.
2011, eres mi poesía muerta, eres el letargo de mi ansia
Fuiste la inspiración magnífica, el enemigo más atroz
Y antes que nada, nunca imaginé que llegarías hasta mi fondo.
Mis días están normales, carentes de emoción.
¿Por qué?
Yo que sé, tú me diste una opción y, la relaté en equivocaciones que serán aciertos.
Te haré ver, quién iba a ser.
Adiós, vete, vuelve, no no, realmente vete.
Me has convertido en mí, y mi interior en el mundo que rodea las ganas de reprimirte.
Adiós, gracias y no me agradezcas el que me halla puesto en pie, ya que volveré a caer.
Caeré, caeré volviéndome a levantar.
Y, dime. ¿Amor? ¡No me hables de amor!
Loco está mi fuego, el sueño eterno que tuve, ¡qué despertó!
Adiós, ¡Oh sí, adiós!
Quizás para algunos ha sido un hermoso año y ¿yo?
Sí, has sido la octava maravilla entre mi perdición.
Has cegado mi ceguera, ¡puedo gritar!
Perdí el cielo, ahora busco el mío.
Derramé pasión en vano, caricias fugaces, besos con promesas, amarré mi alma a un barco que zarpó. Que ahora sigue su curso y me ahoga en el mar.
Ve, demuestra quién eres, que yo, te juro que lo haré, así será
Mi alma está en paz, y entre descanso y descanso, llega mi propia felicidad.
¿Cuál?
...Sorpresa
¡Sorpresa, sorpresa, sorpresa!
Yo no sé nada y tú tampoco lo sabes
Mientras que...verdaderamente sabemos.
Adiós alma gemela dolida, destrozada, única.
Mi año, el año de mi vida, el del completo horror
Me diste trampas que parecían futuros, y por eso te deseo.
Te deseo fuera, fuera de estas piedras que forman el sendero
Mi sendero misterioso, por el cuál me inspiro
Miro al sol, me ciego
Respiro, ¿existe el aire?
Oh, las letras, las frases, ¡un bolígrafo y papel!
He retado mi juego, he perdido y ya sé ganar
Lo sé, sé que no lo sé, pero también sé que seré.
Te digo hola, hola y...¿te vas?
Ahora me río yo, me río de ti
No temas, te echaré de menos
Despejo el miedo, entre lo desconocido me adentro
No necesito segundos, no necesito minutos
Solo a mi futuro
A mí misma, porque cuando no sepa quién soy, me quedará tanto por descubrir.
El mar entre rebeldía, rescata aquel instante de verano donde un pensamiento se convertía en una manera de reír.
En una formada risa dedicada a los placeres
La señal, el rugido, todo está a punto de comenzar, en cero coma
Y esta vez, la meta soy yo.
Soy la jugadora, la corredora
La que ganará sabiendo que nadie pierde eternamente
Es mi momento, ahora y, siempre.

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