miércoles, 7 de diciembre de 2011

El frío congela los dedos, el calor del cuerpo como una hoguera te hace resistir
El corazón golpea con ímpetu
¿Felicidad? ¡En fin! 
¿Qué importará?
Si la melancolía alegra tus días, la fuerza arde con fuego y las sonrisas tranquilas tapan las tinieblas del mirar...sin palabras te quedarás.
Una preciosidad no es la amada sonrisa del compañero...son sus intenciones hacia la tuya
Y no hay mayor paraíso...que un beso al aire destinado a ti, a ese recuerdo que en persona, hubiera corrompido tu destino de una manera feliz.
Dulce Navidad, amargos recuerdos convertidos en pesares dulzones



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