martes, 6 de diciembre de 2011

Escuchas el tic-tac del corazón, como un reloj 
Lento, poco ruidoso, puede que enamorado, puede que olvidado, tras confusión
Las maravillas se construyen con ligeros cambios equívocos que, se vuelven lógicos
Y los recuerdos se guardan en el cajón del jamás volver a sacar
Aunque ellos mismos se escapan, como traviesos, vuelven a casa
Ya el día se nubla con la noche, ya empiezas a escuchar ese ritmo seguidor 
Ese maldito, dulce, terrible, increíble ritmo que pausa los momentos de triste llorar mezclado con la felicidad.
No sabes qué es, no te atreves a tocarlo y ver
Tampoco hace falta, pisarlo bastará.
Las maneras de pensar cambian, y quizás el amor te hizo cruelmente débil, fuertemente estúpido, tal vez incluso, acertando
Manchando lo reluciente de lo sucio, volviendo a oír como se comienza a digerir un trago

No hay comentarios:

Publicar un comentario