domingo, 15 de enero de 2012

La apresa
La convierte en placer, con tímidos besos y marcas en la piel
Ella le sonríe, le besa como si todo acabase e imagina una historia sin final
Se dan la mano, temen perderse, quieren acabar en lazos eternos con toques fantasiosos sin maldad
Mientras los labios se tocan, recuerda su historia.
Él sin haber aparecido, ella caminando, ella soñando con otro, con ese protagonista que arañó su corazón.
Ella con miedo aterrizando en confusiones llenas de creencias
Ella desconociendo la fuerza del amor, de su interior.
Vuelve a abrir los ojos, él la toca, la abraza, sus brazos la cubren del pesar
Ríe, siente una pizca de felicidad, otra de alivio y...una última de...¿enamoramiento?
Puede que la vida sea inmensa y las oportunidades escaseen aunque si echas un vistazo por todas partes se huelen. Pero, cuando la fortuna te alcanza, la alcanzas...podrás sentir lo que creíste haber sentido. No hace falta soñar, solo no dejare que se cierren tus puertas y llevar la mente al descanso, dejando marchar al sufrimiento.
Él, ella, ¿amor?
La mira, con la yema de su dedo pulgar, roza su boca.
Sus ojos se entornan, respira con tranquilidad, ella está ahí.
Por algo, por un sentimiento, por miles de pesares que se convierten en luminosidades
Ella, cae en él. En todo lo que le queda por vivir. En una sombra que para un rayo, es el sol.

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