miércoles, 18 de enero de 2012

Los aplausos cesan
Se duermen los gritos.
Se rompe un corazón.
Cruje, se parte, cansado sordo se quedó
El final ya estaba preparado, se saludaron con miradas de dolor y ni una frase, emergió.
Aquí cayó una historia, cesó un tormento, se aclaró el sol.
Qué débil es el humano cuando otro semejante se adentra en él.
Cuando experimenta, investiga, te besa sin causas justificadas
Y sabes que las piernas pierden fuerza cuando ya sus brazos yacen en los suyos propios, cuando no te sostendrán.
El dolor a veces es aún más cruel que el alrededor, y a pesar de los sentimientos, hay que decirle adiós con valentía al pasado.
Las vidas se confundirán, se volverán a formar, se enamorarán.
Y aquella lujuria asombrosa, aquella degustación sabrosa, esas sonrisas llenas de risas graciosas...vuelan hacia...algún lugar.
El orgullo llorará, el amor romperá las barreras y es ahí, cuando te darás cuenta que te amarán, pero nadie de la manera que te alucinaba a ti, que te hacían añorar un pequeño beso y un tocamiento fugaz, sea en forma de cosquilla como de caricia, pero únicamente irreemplazable.
La ausencia se presenta, las soluciones echaron su vuelo y te dejaron solo
Por la sencilla razón, que para amar, para amar de verdad si tanto lo mostraba el cuerpo, se hará notar.
Con su cabeza echada atrás, sonriendo, acompañada del "sin ti", riendo con el "contigo"
Las huellas de los pasos se enterrarán, y ese fugaz momento quedará hospedado en la mente, cuando descansaba, cuando dejó las supuestas realidades para dar paso al ansiar 

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