domingo, 29 de enero de 2012

Todo está en superar lo que un día era imposible.

Se rompe el espejo del reflejo que dormía con su tormento callado y su hermosura en su elixir.
De nada sirven los llantos, ya ellos en sequía quedaron.
Ni tan sólo una protesta más, se acabó el recordar la ceguedad que tumbaba el exterior que brotaba.
Cierto es, que a pesar de como cambian los supuestos sentimientos en un día para formar una emoción latente como la ignorancia...se esconde lo tenebroso de lo que sucede más allá.
Pero ya no importa, nadie importa, ni las réplicas de los cambios, ni de la vida de uno mismo cuando escala para sobrevivir.
Pues, ¿qué hay qué hacer para la felicidad?. Solo el descansar de los destrozos y de las nubes espesas de aflicciones, así se entornan puertas, se fijan los enemigos, pero que eso no impida el ser feliz.
Como luchadores, sangraremos por heridas graves que un día, serán sabedoras cicatrices.
De eso está hecho nuestro mundo, de tentaciones que destrozan, de amores que enamoran, de mentiras que enganchan, de masoquismos que falsamente depositan a uno en el cielo.
Porque...creas o no, todos tenemos una persona en el interior que es tan débil...qué nos reclama ser fuertes.
De ello consiste el que estés aquí.
De eso, se trata el que encuentres a ese alguien ideal, con esa mirada que comprende lo que pasaste entre la incomprensión, la lujuria del amor y la falta de entendimiento por parte de tu corazón.
Duele, claro que duele.
Todavía recuerdas lo que diste mientras te hallabas sin sus lazos, mientras los tenías, mientras la realidad se distorsionó y pintó miles de cuadros de caras que ahora yacen apagadas sin su color en, ¿quién sabrá ?
De esto te constituyes, de las roturas que te hacen mil caminos, de la acidez con la que sufre tu garganta el paso del tiempo, de las sorpresas que liberan, de...de la mirada que tengas cada instante en el que respires. Está en, superar.



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