domingo, 1 de enero de 2012

Un suspiro, una sensación
Un grito en lágrima, un adiós que se va como los minutos que ya no existen.
Todo pasó, todo puede pasar.
Y sin motivos, hay que buscar significados.
Y con fuerza, derrotar  la debilidad.
Hasta que deba ser, la rutina se convierte en un camino, uno movible por ti mismo.
Porque eres el guía, porque eres la relación de la imagen con tu nombre, porque eres tú quién llora para reír, quién ama para morir, quién mata para vivir.
¿Preparado? Enciende las luces.
El júbilo abunda el alma, el pasado por una vez, se ha dejado hacer, duerme.
Solo falta, tu despertar.
Tus ganas de comerte el mundo, de que a pesar de las complicaciones, sepas continuar.
Sepas, que no sabes nada y estás aquí para saber.
Para quizás no entender, pero sí mirarte y comprender.

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