jueves, 23 de febrero de 2012

Abre los ojos, ciérralos
Hazlo nuevamente


Una cosa es ver la belleza de uno y otra, mirar por encima del hombro
La diferencia de tratar a todos por igual sin distinción de  piel y las preferencias, está en criticar las costumbres de uno con tan sólo verlo pasar. En juzgar por el tono del cuerpo sin conocer el interior que se puede desbordar.
Nadie es igual que otro pero, todos caemos en los mismos movimientos. Erramos y nos copiamos.
Vivimos la vida como si fuese nuestro último día de nuestro palpitar, de vivir...sin saber qué daño ocasionará. Desbordamos falsa felicidad en tragos llenos de confusión con emociones vivientes que van muriendo
Pensamos lo justo y en el examen de experiencias suspendemos...
Rogamos que a la vida que nos vaya mejor y valoramos lo que sin necesidad se irá
Pretendemos ganar a sabiendas de que no sabemos perder...
Nos obsesionamos  en cosas sin sentido, les vemos un mundo sin ser siquiera un mar
¡Qué hipocresía! ¡¿Qué demonios?!
Bien...¿haces algo tú? ¿hago algo yo?
La respuesta humana viene pero esta, no se va
Así caemos en un pozo de disfrutes enormes fuera de lo normal
Sucumbiendo en gracias que pronto, nos traerán dolor


Ábrelos, ciérralos. ¿Viste?
Todo sigue igual, nada va a cambiar
Por ahora
Pero, da un paso hacia delante
Has dado un giro en la ruta del mundo, es tu momento.

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