lunes, 20 de febrero de 2012

Si se pudiese, volvería al instante en el que morí
En el que, mis ojos comenzaron a dormir
Donde un instrumento puntiagudo invisible, apuñaló mi corazón
Las lágrimas cubrían la sangre que me iba matando, de rodillas sin respiración
 los sonidos difusos se convirtieron, el tacto mío, desapareció
Cuando dejé de respirar, con los ojos nuevamente abiertos, comprendí que ni al más atroz hay que desearle tal traición.
Aquella de esos aliados que te preparaban a escondidas para saber cómo morir
Porque cuando mueres y ellos han preparado la red para que el dolor, sea levemente letal, recuerdas con lucidez, esos momentos donde estuviste protegiendo su espalda como un caballero, donde tus promesas eran alianzas de sangre sin desangrarse, donde, no importa nada, solo luchar por su felicidad, de cualquier manera, ayudar.
Y esos recuerdos, parecen burlas sin usar
La muerte es tentadora, dicen, pero se equivocan
Solo si estás en ella, viviendo, podrás comprobar que el cielo, es en realidad, un infierno
Podrás observar la ceguedad de las personas, la falsedad con la que la comparten
Y reirás, sin alegría, pero un llano sentimiento que en segundos desaparece, te hará trasnochar
Sentir que tu cuerpo se quema, que te incineras en gritos mientras por la calle saludas normal...da una experiencia única, una que no es que sea mala, es que te hunde en un pozo que un día te elevará. 
Puede que un día hayas muerto y puede que sigas muriendo, pero, viaja fuera del aura que sea dominación...
No hay consuelos, no hay felicidad existente, pero estás tú.
Cueste ver o no, eres el acompañante que en este mundo, dirigirá su navegación
En un barco flotante despejando los caminos que te podrán superar
Y si has de ahogarte en algún lugar, hazlo en tu mar...







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