jueves, 8 de marzo de 2012

Y me pregunto, ¿cuántos suspiros por uno de tus besos florecen?
Acaso sus caricias, son con tacto, agarrando con precisión cualquier rasguño, fina capa o heridas de piel que se queden en los recuerdos...
Acaso, te observan como quién observa una golondrina marchar con ese poético cantar...
Quién sabe quién surcó ese pudor que nunca se atravesó
Pero, mis manos jamás lo podrán tocar, del manjar más jugoso se escoge el amargo para amar...
Acaso, ellas pueden ver lo que escondes en una mirada, en una riña, en tu movimiento al ascender los hombros y al bajarlos rápidamente.
Saben, lo que fuiste para que en este momento, seas así
Reconocen, ¿tus ojos cuando eres feliz?
Tal vez, una pasión ilumine lo que se derrumba en instantes para luego, recogerlo todo
Y también, puede, que sea fácil al tocar y besar una espalda desnuda, un torso de terciopelo en la imaginación y con la ceguedad del placer, olvidar.
Pero, pocos serán los que por amor, rían sin más cuando aparezcan hoyuelos en tu rostro, pocos, apreciarán los pequeños detalles que te hacen grande.
Pocos, darían más que palabras ,y, una minoría, demostraría que eso es, totalmente falso.
Que dentro de uno está lo innato, lo que se cuece al estar enamorado
Cómo uno sin mostrar, cómo la manera de adorar lo que se tuvo en un punto de aflicción
Cómo, amándote, yo.

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