Nadie puede decir que el olvido se aferre a la razón 
Ya que tal vez, si no razonamos, no olvidamos
Pero los baches de la vida que tanto nos han marcado no se van con cualquier excusa, con cualquier romance, con cualquier amor
Se van cuando uno de los dos, decide llorar en los brazos del otro sabiendo, que será la última vez
¿Qué dos? La misma persona
El punto de vista crítico, fuerte, frío, el amante más voraz que necesita descansar...y, ese punto de vista soñador, iluso, ese que es capaz de derrotar las verdades para sumergirse en difusos mares...
Los dos han amado de manera repartida y ya, la cabeza desconectada ni les avisa
No hay señales, no hay motivos, no hay que intentarlo
La razón misma medita qué hacer con ese tiempo tan severo que nunca abandonó...
¡Ah ya sé! Enséñale a volar...
Volando otros mundos descubrirá, y algún día al tuyo volverá
Pero para ese entonces, ya no habrán dos partes
No se necesitará  al olvido en pie de combate
Ya que sinceramente, existirá una parte que recogerá todo lo demás
Curada, sanada, amando o no, con ganas de volver a soñar