lunes, 23 de abril de 2012

Quieres regresar a casa
Te apresuras, te arreglas y bien bonita te dispones a tocar la puerta
Decidida, con una amplia sonrisa en la cara
A un segundo de realizar la acción, se para
Un pensamiento ha sido mandado desde la memoria para ti
¡Eres tú! 
Caminando, sí tú, tranquilamente por la calle
En silencio, entre recuerdos y sueños
¿Qué pasa? ¿Por qué no tocas ya a la puerta? Mejor dicho...¿Tienes miedo?
Te ves ahí, parada en la calle, quizás esperando, sumida en su rostro, soñando con el momento que vas a realizar en pocos instantes
Querrías que te dijera, ¡bienvenida princesa!
Pero te conoces, la ilusión te ha iluminado en pasos decisivos que al fin y al cabo, han sido grandes golpetazos
Te ves nuevamente ahí, a un paso
Después del esfuerzo, regresas a ese momento donde te abrigabas cada noche con la perdición
Donde le preguntabas cada día a la esperanza, ¿ volverá?
Y es aquí, cuando un saber se implanta en tus ojos y la mirada que vas a dedicar, ya no será igual
Temes coger e irte
Temes amarle lejos y fuera de sí
Pero tú misma descubres que ya has llorado un río que anteriormente, cruzaste
Reconoces que adoraste la ceguedad donde él solía contigo estar
Y otro saber, te dice que basta ya
Así que, decidida, con una segura sonrisa, tocas y saludas
Lo observas, por última vez
E invitándote a entrar, sin cerrar, te vas
Marchándote de un lugar que podrás muchas veces extrañar 
Pero, que sin un calor hambriento de tu piel, ibas a encontrar
Entonces, caminando apresurada sin mirar atrás
Quieres regresar a casa
A esa que nunca te dio la espalda
Donde te convertiste en quién eres y donde todo comenzó
Sin arreglar, sonriendo sin importancia, entras con cariño a tu hogar, a tu querido corazón
Las personas creemos que nuestro fuego está en esa madera que las personas nos dan
Y se equivocan, para prender un sueño, un deseo, un amor, un impulso hacia la vida...necesitamos de nosotros, ya que sin nuestra compañía y soledad, no podrán saber quienes somos, no reconoceremos la verdadera felicidad y ante todo, no tendremos un segundo lugar al que llamemos hogar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario