domingo, 20 de mayo de 2012

En un extremo de la vida, en su brazo izquierdo, lejos de su corazón, pensamos.
Devoramos las películas de la mente, las suposiciones, lo bueno que desata lo malo y viceversa
Equivocándonos al realizar dichas acciones, sin pararnos a dejar de pensar.
Sin limitarnos a vivir.
Viviendo se forman las historias, los dolores y sus curas, los amores y el más grandioso con su hermosura
Las debilidades nos matan, nos asesinan con comportamientos involuntarios que realizamos con el instinto, y a veces, su control nos puede convenir. 
Para así, poder un día poner a todo fin y con una sonrisa conseguir plenitud.
Por ello, dejar de pensar tanto, es una virtud.
No le quites importancia a los problemas, y menos a lo que sientes
Pero, a veces esperar haciendo lo más conveniente y guiado por los sentimientos, puede traer felicidad. 
Bueno, puede no, la traerá.

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