miércoles, 14 de noviembre de 2012


Dicen que el martirio más insano es el de sentir el amor con tales fuerza que te puede matar
Pero, me digo, dicen tantas cosas
El mundo necesita compresión, un hombro en el que llorar
Y todos aquí, nos quejamos del amor, de la ausencia letal que se incrementa con la soledad del universo
Las personas pueden perder la fe, pero no olvidan ese pequeño rayo de esperanza
Mientras en el cielo nocturno los sueños se convierten en estrellas llenas de deseos que vienen y van
Otros rezan sin intención de parar
Piden paz y quizás, ni la dan
Y me pregunto ¿y?. Los prejuicios impuestos por la sociedad son la propia medicina de ella misma
La Tierra muere y nosotros lo hacemos con ella
Y tal vez tengan razón, pero en algo se están equivocando
No hay nada perdido, ni nada ganado
Solo a mitad, a un ámbito a favor
Mirémonos y amemos
Protejamos aquella ley que tanto necesitamos
¿Cual? La impulsora Libertad
Esa amiga y aliada que es tan ligera  como el viento y más rápida que cualquier instrumento que haya podido existir.
Diciendo así, que esto sucede y sucederá,
que el mundo puede ser débil, pero con la ayuda de aquel valeroso, podrá fortalecer
Siendo la desdicha una burla y el esfuerzo, un método para ser feliz.

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