martes, 26 de marzo de 2013

Y, comenzaron a jugar.
La pasión, astuta, ganó terreno.
Pero el amor, tiró los dados, y con número par,
adelantó a los demás
Sorprendidas, las emociones se rindieron a su presencia
Más que el mismo cuerpo cayó de rodillas, pues no podía creer en el suceso dicho.
Por una vez, la pasión se enamoró de un delirante y difícil amor,
que entre carencias y virtudes, se encontraron, como los dos corazones que soñaban con amarse.
Dejándose de historias, rindiéndose al romance. 
Como amantes que luchan contra el impedimento
Llenos de pavor, llenos de miedo
Con un dolor de nervios en el estómago, con una boca agria ansiosa de sabor
de un cuerpo, sin miles de bocas, solo la de su legítimo dueño,
con su sensibilidad apretando a su propia razón.

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