martes, 30 de abril de 2013

Amor, ¡ay, amor!

Dichosos los que aspiran a encontrar el amor.
No todos pueden, no todos lo logran conseguir.
Difícil es, depender de una emoción que te llena cada día de furor.
De terror, de esperanza, de desesperación.
Mas que, pese a este vaivén de sentimientos, la presencia del amado establece la calma
Muchos llegamos a querer, pero no a lo más alto.
Muchos aseguraremos habernos enamorado más de una vez, cuando ni hemos comenzado a hacerlo.
¿Quién dijo que sentir la felicidad era fácil?
Cada beso, cada caricia, cada susurro que se arremete al abrazo de la piel.
Cada maravilla que obtenemos sin pedir. Eso es el amor.
O más bien, parte de él.
Pues amar es un arte, y solo los grandes artistas llegan a plasmarlo en el corazón.
Todo ocurre en un instante. Un día que esperabas corriente y normal, se convierte en el más importante de tu vida.
Jóvenes, adultos, ancianos, da igual, o acaso, ¿hay edad para encontrar el amor?
Creo que no. Y creer no es asegurar, y asegurar no es acertar.
Como amar no es sinónimo de ser feliz.
La constancia y la lucha por vivir, revive la llama que a cada segundo, se conserva en tu alma.
Como su persona desde que penetró en tu vida, marcando un antes y un después.
Se supone, que ese es el comienzo del amor.
Amor, amor, amor...
¡Ay, amor!
Pocos descubren el tesoro que esconde el mundo, así que, una minoría será capaz de sentir y captar cada momento del corazón.
Pero, no olvidemos, que esa minoría entra en la gran amplitud de sensaciones que vivimos cuando las descubrimos.
Así pues, aquellos bienaventurados que obtengan el sentimiento más hermoso, sabrán que hasta el más mínimo detalle del alrededor será captado por un sexto sentido que se desarrolló cuando encontraste lo que no buscabas. Cuando apareció el amor.
Aquel que busca, solo encontrará deshechos que queriendo amar, solo saben dañar.
Aquel que espera, solo conseguirá tormento durante las múltiples horas.
Aquel que vive, quién sabe. 
La vida es simple, la vida es compleja.
Según el destino, o sin su creencia. Según el camino.
Todo ocurrirá.
Por ello hay que decir, dichosos aquellos que aman con la plenitud del amor.
Aquellos bendecidos que nadan en pecados que sin serlos, logran sentir una inmensa divinidad.
El amor.

lunes, 29 de abril de 2013

Eres ese algo que no debe ser
O eres ese alguien que debía venir
¿Qué es?
Entre murmullos de emociones, entre la impaciencia de las ansias de vivir y la calma de mi corazón, cruzas mi vida.
Sin marcar, sin pasar desapercibido. 
Qué irónico, ¿no?
Desordenas esa paz que se transforma en cuestión de segundos en guerra
Eres el arma que sin disparar, bombardea mi amor
Una confusión que sin hacer ruido, grita en mi alma
No eres lo que esperaba, no eres lo que solía soñar
Mas que, sobresales de mis esquemas por esa razón.
Por lo exótico de tu sonrisa y el misterio de tu mirada
Por lo que ocasionas en mí
Ocultándote entre mis emociones, sin hacer barullo
Sin atreverme a sacarte, sin saber si debo hacerlo.
Como un juego, somos dos peones que inexpertos están destinados a perder
Salvo que, tú no te rindes. Tú pierdes y sigues jugando.
Parada en medio del tablero, adelantas casillas hacia mi puerta. 
Hacia lo que dice ser tu meta
Pero, puedes perder, y, ¿qué harás?
No. Me niego, Y tú me lo niegas.
Das la vuelta a mi capricho y lo vuelves esencial
Y es que, tus besos parlotean con mi lengua sin descanso
Y, tu silencio confunde mi turbia conciencia.
Mi necesidad de perfección que innecesaria, ahoga lo que he tenido hasta el día de hoy
No puedo afirmarte nada
Pero, sí puedo asegurarte que eres ese asombroso sentimiento que sin haberlo vivido, promete.
Eres ese camino que puede reducir muchas salidas y aportarme otras distintas
Sin saber qué hacer. Perduras
Te duele, y sigues en el mismo lugar.
Como hubo alguien ahí una vez.
Alguien que amándolo, perdí
Yo no sé si podré volver a amar, no lo sé.
Mas que, tú en una calma llena de dudas, tranquilizas lo que no te he llegado a decir.
Eres una extrañeza que sin futuro cierto, ilusiona algo en mí, algo que no logro ver
Que sin visualizar, me permite soñar sin volar.
Ni en exceso ni en retroceso, ahí estás.

domingo, 21 de abril de 2013

Tu sonrisa, la única capaz de hacer que lo que tiene sentido deje de tenerlo.
Tu mirada, la única capaz de desvanecer mi mundo aún haber caído en lo más profundo de él
Hoy, la calidez con la cual empañaste mi ciego corazón, se desvanece
Como el vapor tras el frío, como el humo de un cigarro recién apagado
Aunque, no obstante, tú me enseñaste a amar así
Me mostraste el mundo lleno de amor
Lleno de miedos y de pocos valientes capaces de hacerle frente a lo que deba venir
Tú, que no fuiste mío. Que pudiste serlo. 
Tú que ya te has ido.
Tú que sigues aquí, en lo más hondo de mí
Lejos, muy lejos, sonríes y fijas tu mirada en algún horizonte. 
Desconociendo lo mucho que podría quererte, que empiezo a querer
En la tardanza de la madurez, valoré lo que en mis manos dejó de estarlo.
A ti, que paralizaste mi mundo y, desvanecido mantuviste en pie el poco amor noble que debía haber tenido
Ahogándome en un mar sin fondo, siento tan fuerte tu ida.
No hay más. Te has ido. 
Y sin rendirme, busco un motivo para quedarme y esperar.
Esperar ese momento donde abras tu corazón, donde puedas comprender que nada está perdido
Que si un amor muere, otro renacerá
Que si un amor muerto revive, significa que marcará la diferencia entre los demás
Dando el primer paso, sabiendo que temerás el segundo
Busco una certeza. 
Una que, me haga poder hacerte ver, que la perfección carece de sentido, que los errores se han desvanecido y que las personas aprendemos en el camino
Pero pese a todo, pese a lo que pueda ocurrir, 
tú, tu mirada, tu sonrisa, todo lo que sea tuyo es perfecto.

martes, 16 de abril de 2013

Busco, te busco

Busco, te busco
Si por mí fuera, te buscaría sin necesidad de dormir
En cualquier momento, en cualquier estancia
Te observo de lejos, observo tu mirada
Esa que un día, era dedicada a mí
Sé que has seguido con tu vida, sé que te has enamorado, sé que solo soy un recuerdo
Y tú, tú también lo eras, pero renaciste
Un día, de noche, tus ojos se posaron en los míos, y eso bastó
Me di cuenta de que, fallé a tu confianza, y quisiera hacerte saber que enmendé todo aquello que te hizo daño, pero es tarde
Tarde para ti, para siquiera escucharme
Tanto amor que se calló por la niñez, por los errores de la pecadora que ciega debió estar, que si por ella fuera, se conformaría con verte de lejos y volverte a mirar
Con un hola y adiós, con la profunda amistad nacida entre los dos.
Ha pasado tanto, tanto tiempo
Que te aprendí a querer de lejos, en la distancia
Me duele la situación.
Supongo que te siento de tal forma, que con tan solo tenerte a escasos centímetros, mi cuerpo tiembla de nerviosismo.
De nervios y, de pena. 
Pena el tenerte tan lejos, en una distancia que solo permite recordarte mirando y dejándote de mirar
Eras tan especial, que actualmente, con los destinos tan distintos y tan próximos, me da igual el mundo.
Las personas que nos conocen mantienen un incómodo silencio.
Las personas que creen conocernos afirman una sentencia de lejanía 
Las personas como tú y yo, más bien, lo que fuimos una vez, mantienen bajo un caparazón, lo que la fuerte amistad fue.
Cada uno tuvo otros amores, aprendió a amar.
Pero tú y yo, eramos un sueño ilusionado, una realidad adulta.
Una mirada llena de cariño, de un sentimiento potente que aún debía madurar
Pese a esto, tal vez, la imaginación golpea mi pared
No obstante, sigo aquí. Y la cuestión es, ¿sigues ahí?
Aún el tiempo, aún los sustitutos y los destinatarios del corazón, ¿sigues ahí?
Quiero explicarte lo que, no pude hacer.
Porque nunca te olvidé, ni lo intenté.
Tan solo esperé mi momento, mi oportunidad.
Mis palabras ancladas a la red se hospedan, sin que las puedas ver.
Y me da igual, todo deja de importar. Quiero luchar, quiero luchar por ti.
Quiero recuperar lo que un día, dejé ir.
O, más bien, no quiero recuperar nada, solo quiero saberte despedir
Para volver a decirte hola, que me conozcas.
Que sepas quién soy, quién puedo ser
Lo que puedo hacer por ti, mis gustos, mis sueños.
Quiero saberlo todo de ti, tus miedos, tus pesadillas, lo que temes perder y lo que ansías ganar.
Volver a empezar.
Solo espero que me des esa oportunidad. Solo consta de ti.
Te estoy esperando, me estoy muriendo aquí.
Me mata la situación. Pero voy a luchar.
Jamás te pude olvidar, ¿me pudiste olvidar?
Depende de lo que profundicé en tu alma, podré salir.
Porque si consigo tu atención, si consigo tu valerosa amistad
Yo cuidaré de ti, aún me lo niegues, lo haré.
Si te vas para siempre, me matarás. Si vuelves y me das una segunda oportunidad, la haré verdadera
Mas que, si no decides volver, entre mis sueños y deseos, añoraré tu vuelta
Cuidaré lo que perdí y, en nuestra estación, en la columna 66, lloraré cuidándote en la lejanía de tu vida
Sufriré con tu partida, pero, estará presente ese mirar con el que un día, marcaste mi vida, mi destino y mi camino.
Ahora no tan visible, pero lo serás, lo seré si alguna vez, te marqué.
Ahora, mañana o nunca, no dejarás de importante en lo más profundo y en lo más oculto de mi interior. De mí.
Nunca pude demostrarlo, pero realmente, la importancia que tienes en mi ser, era la esencia de mi sensibilidad. La cual, espera recuperar el calor, tu calor.
Busco, te busco. 
Dame, dame esa oportunidad, por favor.

lunes, 15 de abril de 2013

Impotencia.
Maldita impotencia.
Ella sujeta entre sus manos el coraje que moribundo, conserva alguna esperanza
Maldita ella que, debe esperar. 
Algo, algo que quizás ni llegará.
No obstante, dos fuimos las que gobernamos su corazón.
Dos que, ciegas perdieron el control exhaustas
Dos que, dejaron marchar un amor sacrificado y luchador.
Sin embargo, entre la oscuridad y la luz de la misma vida, los tres siguieron tres caminos distintos.
Una viviendo un nuevo amor, otro manteniendo la fuerza entre tanta desesperación y ella.
La que no protagoniza la película, la que no tiene derecho pero prefiere optar por él.
La que de rodillas, aprendiendo a caminar, luchará por lo que perdió una vez
Y, esa es la gran diferencia entre las dos.
La que erró y siguió, y la que erró, perdió, siguió, maduró y sintió.
Sintió por él, por la ausencia del que volvió a creer en el amor.
Más que, el corazón es un laberinto que desvanece y hace aparecer salidas sin esperarlo
Eso espera, sentada, aguantando el dolor.
Sin rendición, no quiere, no puede, algo la impulsa a tirarse a la piscina sin tal vez, saber nadar.
¿Dolerá? ¿la rescatará?
Sin acto de presencia, estás aquí.
Ojalá, ella se dice, entre tanta lejanía veas que hay un hueco para tu persona, para que entiendas la situación. 
Hay un sitio para la comprensión, para el perdón.
Donde dos vidas se unieron y se separaron, quedó una tercera que todo lo comenzó.
Uno que muerto o vivo entre los muertos, sigue renaciendo sin sentido alguno
Dándole igual, escalando peldaños y, mirando lo que fueron dos, que pudieron ser uno.
Lucha, lucha sin parar.
Ella, ella te lo va a demostrar.

Agárrame, sin condición.
Sin impedimentos, sin promesas, sin juramentos.
Sólo agárrame, mírame y lo verás.
Un mundo de ensueños en la propia pupila
En las dos de los ojos y en la del corazón.
Déjame entrar a ti, despacio, sin hacer ruido
No molestaré, solo permaneceré ahí
Esperando a que te fijes en lo que hay en mí
Tanto que no di, tanto que dar
Quizás demasiado tarde, quizás tan tarde, que ahora se aproxima un nuevo amanecer
Dejando atrás la noche del rencor y la madrugada de la añoranza
Y, a un lado, dormidas profundamente, las promesas que no cumplí
Sin poder ser despertadas, sin la capacidad de pensar por su propia andanza
Con un propósito fijo, agarrarte y pese a caer, vivir un nuevo día sin fin
Ella padece el síndrome de la ceguedad
No aquella donde la oscuridad habita sus ojos
Sino la que  nubla su corazón
Matándose por un furtivo y loco amor, perdió el juego quedándose sin dados
Temblando, perdió tanto que, se sostiene a lo que le queda 
Y lo que le queda, son otras manos que la mantienen
Ella no lo entiende.
No entiende el motivo del por qué todo error la entierra en el mismo sitio
En el momento que más precisó de forma desgraciada
Con ello, ella no ve ni esto, ni eso, ni aquello.
Hablando en neutro, sin género.
Pues, sin palabras se quedó la boca de tanto besar.
De tanto degustar sin tener un sentimiento por el cual valiera la pena luchar.
Así, es preciso decir, que comenzando de cero, teme no volver a ser feliz.
Y tú, entre el gentío, donde ella no alcanzar a divisar nada, estás.
Como un amante furtivo que se quedó con ansias
Como aquel que quiere tocar más de lo que pudo obtener.
Pero, sin efusión, solo con amor.
¿La vida es compleja?, ¿de verdad?. 
No, no lo creo.
Nosotros la complicamos, como el mismo síndrome que habita tantos corazones
Dejándolos sin melodías, solo con las mismas y repetitivas canciones
La innovación pasó al pasado, siendo la clave para el mismo futuro.
Ejemplificando con el amor, con el mismo amor que nunca cambia
Que no se viste ni se desnuda , que ni se ensucia ni se baña
Que es el mismo, esperando las formas y el momento clave para volver a amar.
Como mismo esperas tú, con delicadeza. 
Esperas abrirme los ojos e ilusionado, devolverme un horizonte por el cual merezca la pena mirar.

sábado, 13 de abril de 2013

Todo sentimiento, falleció.
Todo recuerdo, se enterró.
Sin embargo, hay momentos donde revive la emoción
Y solo lo hará la que fue tan potente como el latido de un corazón.
Sin meros motivos, sin explicación, sin saber que decir, la gente deja de importar
Se queda atrás, teniendo o no, razón.
No importa, la importancia de las habladurías y consejos se quedan en un segundo plano
Alzaré mis fuerzas, no perderé la fe, esperaré, quiero cogerte de la mano
Quiero mostrarte lo que pudo haber sido, lo que pudo cambiar
Que como una hermana, no dejaste de estar. Siempre estuviste ahí.
Meramente, la sonrisa, tu sonrisa, tu mirada. 
Ello, ello me impulsa a continuar.
Pese a que pueda estamparme y caer, valdrá la pena, no me rendiré.
Pese a que todo quizás resida en el pasado, yo no lo sacaré
Dejaré lo que pasó, y querré construir aquello que ninguno imaginó.
Algo por lo que mantenerse en pie, por ti, por mí, por la sonrisa que me dotaste. 
Como si todo lo sucedido, quedara detrás del telón. 
Con el público riendo, carcajeando, aplaudiendo, burlando, el ruido se vuelve eco,
Diciendo que  prudencia y lucha por tu persona en tu mirada me aportaste.

jueves, 11 de abril de 2013

Miras, me miras
Quitas, quitas la mirada de la mía
Maldita mirada fugaz, adiós y hasta después.
Me dice tanto, me dice nada
En medio de la tormenta, me calma
Retiene mis pasos, hacia tu dirección
Pese a que no te pares, pese a que esquives mi mirar
Adiós, hasta después, hasta nunca. 
Y si me dejas elegir, prefiero hasta ahora. 
Agárrame, me sientes, me conoces, tanto tiempo entre nosotros
Ya ni sabes ni sé, pero sabemos igual
Lío sin sentido en la cabeza, matando cada esperanza  y recuperándola
No te das cuenta, ignoras cada letra que entre su estructura, aguarda tu nombre
La aguarda, como la mirada que viene y va.
Porque viene, oh sí, deseosa está
Pero se vuelve a ir, y no la quieres dejar venir, no la vas a dejar
Pese a todo, ya lo harás. 
Algo se lo dice a mi caminar.
Sea mi ilusa imaginación estancada en tu adiós, o sea la realidad que sin ser mía, 
entre tus pupilas me hace esperar, despacio, me lo deja observar.
Tiempo al tiempo. Mírame pese a esto, no dejes de hacerlo.
Hazlo, hazlo y no te canses.
Porque yo, dulce mirar, no lo haré.
Irónica la vida.
Ayer tú por mí, hoy yo por ti
Qué irónico el amor
Suspirabas por un beso, suspiro por una mirada
Y si pudiera demostrarlo, te lo demostraría.
Tanto. ¡Tanto!.
Me daría igual el mundo, los demás, lo que opinen, lo que intenten opinar
Si tuviera tu amistad, sabrías todo lo que eres para mí.
Y, si tuviera tu amor, palabras mayores son.
Cada segundo, cada minuto, a cada instante duele tu ausencia
¿Que por qué ahora? Te preguntarás.
Tras tanto en el fondo de un pozo, hundido respirabas en este atormentado mar.
Donde no hay límites ni visibilidad de tierra firme.
Quizás naufragaste a otro puerto dejándome sola para siempre en las lagunas del letargo
Tal vez, otros amores machacaron el mío, lo empujaron y tropezó, quedándose atrás
Pero tú, ¡tú!, tú...
Dios, tú.
Fuiste mi vida, camuflada.
Eres la confusión que alumbra y apaga cada uno de mis días
Serás algo que ni sabemos los dos
O¿sí?
No me rechaces, por favor
No me alejes de tu corazón...
Yo vendaré cada herida, conduciré tus miedos a un río sin agua
Yo te enseñaré de lo que soy capaz
Después de tanto, sigo aquí.
Esperando algo que tarda en llegar, que no estará.
Y sentada esperando no te llego a ver
De que me sirve a mí, de qué.
Algo hay aquí, hay algo que me retiene
Algo me dice que no me vaya, que llegarás.
Que la mano me cogerás, que me escucharás.
Déjame demostrarte lo que esconde mi interior
Lo que te ha esperado mi alma
Haya pasado el tiempo que haya pasado, se puede querer a alguien en la distancia.
No lo pregunto, amigo lo sé.
Lo sé.
Esa es la peor conclusión a la que he llegado, o, ¿la mejor?
Tú, tú, ¡tú!...tanto.

miércoles, 10 de abril de 2013

No se puede evitar esta situación, esta maldición
Callando tanto que decir, tropiezo con la misma piedra
La misma que en la actualidad, aumenta el tamaño y, la intensidad.
Ignoras de forma inocente aquello que sostengo con fuerza
Lo que el corazón parlotea, lo que el pasado predica, lo que el presente aclara
Y, la espera es lo que quizás, pueda ser el paño de mi consuelo
Sin remedio, arrojo la suciedad y los gérmenes del desamor, de la desilusión
Tú fuiste más que todo eso, más que cualquiera, y camino por ello sin dirección
Sin rumbo y con duda
¿Y si...? No...
Esperando voy, con resignación vengo
Mantengo los pies en el suelo de mala manera y te miro, te observo con un abismo de esperanza
Nadie se lo imagina, nadie.
Ni el qué ni el por qué, solo aquí dentro, donde se oye un palpitar, residen tantas respuestas
Tantas que, con miedo ni escucho
Me dirijo a algún lugar, a alguno sin saber si estarás tú.
Si después de todo, eras para mí
Tal vez esto es producto de la infantil imaginación, tal vez haya pasado a tu niñez
No sé, no lo sé, ni siquiera sé si quiero saberlo
Pero con fuerza, débilmente, temblándome las manos, camino hacia un acantilado
Sin esperar que me sujetes, mentalizándome del daño de la caída...o, esperando que lo hagas
Que saltes conmigo, que en medio del salto, entiendas.
Entiendas y llenos de heridas, empecemos de cero, curándolas, 
mirándonos y sabiendo que, nuestras almas estaban destinadas, 
y si ellas no lo ven, y si no lo vemos,
que el destino las obligue a reencontrarlas 
Aquí, en mí.
Allí, en ti.
Los dos unidos, tanto que decir,
nada sin predecir.

lunes, 8 de abril de 2013

Y si pudiera, te demostraría cada sentimiento que habita en mi alma
Cada circunstancia que no pude explicarte, cada arrepentimiento, cada sentimiento de amor que nace  sin control
Cada tortura al saber que todo quedará en un producto de mi imaginación
Pero, no obstante, aunque no leas mis palabras sentidas, sigo en la misma cuerda floja.
En el mismo sitio del golpe, dándome una y otra, y otra ,y otra vez.
¿Qué espero?
Sé que pasará, sé que no tendrás sentimientos hacia mí...
Los hubo, lo sé, lo sabemos.
Y pese al tiempo que haya pasado, recuerda que hay una mujer que te quiere, que te quiere de verdad.
Que tras haberte roto el corazón, quiso enmendarlo con todo su honor.
Enamorándote despacio, de forma segura, aunque todo esta locura, provenga de su imaginativo corazón.

sábado, 6 de abril de 2013

La sequedad del desgastado llanto.
Los agrietados labios que dejaron de recordar que se sentía al besar.
La fidelidad de aquel que fue infiel.
La sana y envidiosa amistad, el perfecto y tormentoso amor.
Todo en uno, en uno todo.
Aspectos de la vida inconfundibles.
Experiencias irrepetibles. 
Marcando cada una, un antes y un después.
Cada cual, cada quien, cada instante donde emociones se cruzan.
Se entrelazan, se apegan, no se sueltan.
Tiempo, distancia, dolor, rencor, aún el conjunto.
No hay nada más fuerte que la vivencia de un sentimiento que te convertía en un ser glorioso
En alguien que sin recibir clases de vuelo, surcó cada nube que observó.
Se comió el mundo dos veces y descubrió aquello que ignoraba hasta que sucedió.
Hasta que nació un hueco en el corazón. Uno para toda la vida.

viernes, 5 de abril de 2013

Amigo, viejo amigo.

Se oye el rugido de un animal, un aullido.
Aquel sonido la aterró completamente, sintió desfallecer.
Era el coraje, era él.
Un motor arrancó, derrapó delante de su cuerpo y ella cayó.
Por tierra miles de arañazos sintió, quiso morir de dolor.
Habiendo medicina natural o no, con aquellas marcas parecidas a la vuelta de una dura guerra, caminando siguió.
Aquellos sonidos, acordes con dichos recuerdos, hacen sangrar esas heridas que no se terminan de curar.
Mientras la sangre derramada cae lentamente por su piel, comienza a llover.
Llueven lágrimas. De arrepiento, de rencor, de no poder perdonarse.
Dicen que, aquellos que han sido separados, solo se volverán a encontrar si hay un mero motivo para ello...
Y, ante esta situación, ella mira al cielo y pronuncia costosamente la primera frase que le nació del corazón...
¿Volverás?
Lentamente, cerró sus labios. No lo merece, no puede reclamar.
No, su ida fue tan justa, tan, que no le queda ni un tanto.
¿Tanto qué darte, qué demostrarte, qué decirte?
Si no puede conseguirlo, ¿qué hará?
Hay un exceso del "tanto", y todos le dicen que continúe.
Salvo que, ella conserva aquello que le diste, absolutamente aquello que le mostraste en su totalidad.
La constancia de la lucha, la no rendición, el impulso a nuevos desafíos, la sinceridad plena de un amor noble, la amistad de un hombre fiel, el mechero cual calor ha sido siempre el tuyo.
Por medio de la locura, en dicho utensilio, en el reflejo, su rostro se divisa, la mirada, la dura y tierna mirada. 
Mientras el viento hace volar su sudor, su risa penetra en sus oídos, sus palabras, los recuerdos de lo que dotó en la vida de los dos.
¿ Se puede querer tanto a alguien?
Amigo, amigo leal, amigo pleno, amigo luchador, amigo constante, querido amigo...¿te has ido de verdad?
Si ella pudiera...si tuviera la oportunidad...
A rastras, mantiene la esperanza
Aquel regalo que mantuviste en su mano, aquel símbolo especial para ti, que le diste por mero cariño, con unos ojos llenos de preocupación, de unos ojos que se introdujeron en su frío corazón...sigue hirviendo de tu calor. No has muerto, no has muerto para mí, para nosotros, no.
Y, si tanta locura se convierte en obseción...¡maldita sea! ¿Por qué pensar eso?
Ella solo ha fallecido al contemplar lo que ciega, perdió.
Hay momentos, donde te das cuenta del paso de la vida, de cada circunstancia y de cada ser que se convierte en el protagonista de esa historia. 
Somos tan jóvenes, que impacientemente, ella se quiere adelantar a lo que ha de venir con lentitud.
Y, por si fuera poco, no se moverá, esperará.
Oh sí, ella va a esperar.
El metal hierve, es tuyo, es mío, es nuestro.
En la ruta 66, te espera aquella alma que abatida, solo desea pedir perdón.
Solo desea poder, entre sueños, ayudarte a combatir la realidad.
Aunque, nada sea lo mismo, ¿puede mejorar?
Quién sabrá, quién lo sabrá.
El ser humano cambia, todos cambiamos. 
Y tal vez, solo aquel que demuestre su arrepentimiento tras aprender de él con sinceridad,
merezca una segunda oportunidad,
¿se la darás?
¿me la darás?
La noche duerme y el día despierta.
El aullido se desvanece en el horizonte, el humo de aquel motor se ha disuelto con la 
bruma. Fin. ¿Fin?, con total negación, se levanta, de pie, tras una madrugada intensa, ha cicatrizado a tiempo parcial las heridas para poder caminar. Ella camina, viviendo un camino con miles de retos que le quedan por vivir.
Solo espera, un día, una de aquellas sonrisas que le hagan emocionar.
Que le hagan llorar con total plenitud, de alivio, a modo de curación.
Pues esas lágrimas, la harán crecer, la harán de ti.
De dos, de dos soñadores que pase lo que pase, mantuvieron una fuerte conexión.
Una conexión, que pese a aquellos errores que la enterraron, bajo tierra sigue aniquilando todos los impedimentos que una vez, combatieron juntos.
Un chico, una chica, un hombre, una mujer. Ella, él.
Solo el tiempo tiene la puerta para un segundo camino, otra ruta con diferente número.
Realmente, un verdadero momento para despertar.
¿Unidos? Quién sabrá. 
Eso, solo lo saben los acontecimientos que pasean junto al destino.
                           Eterna gratitud.     
    

Bárbaro, referente a grandiosidad, se dijeron.
Ojos pardos, frondosos, dolidos, luchadores
Realmente hermoso se dijeron vida y, amor.
Jadeos soltaron, derrotados por aquel desconocido pues...
Ante miles de circunstancias, desde joven, no optó por abandonarse al destino
                   
Mostró, muestra y sé que mostrará sin pausa, sin rumbo, entre defectos y virtudes, una filosofía propia de un verdadero luchador. 



Hay veces, que olvidamos lo que queremos realmente.
Se nos disuelve como un sobre de azúcar en agua. Sin dejar rastro.
Pero, perece en nuestros corazones. 
Más que, cuando lo perdemos y nos damos cuenta, esa frase de " es demasiado tarde" no va demasiado desencaminada.
Aunque no significa que debamos rendirnos. Todo lo contrario.
Alguna vez, ¿has querido tanto a una persona que te alejas para verla feliz sin ti?
Y, ¿no has podido más y prefieres luchar para que esté bien a tu lado?
No debemos olvidar, que es obvio que nos cuesta asimilar lo que se nos va, lo que se nos escapa, lo que ya no nos pertenece.
Una vez que llegamos al corazón de alguien, todo cambia.
Su forma de palpitar, el ritmo de su corazón.
Si perdemos aquello que amamos, aquellos que realmente eran una pieza clave para obtener un sano bienestar...no te resignes, sigue luchando.
Sigue hasta que, sepas que habrá final, feliz o no, si lo hay, nada continuará.
No importa lo mucho que tardes en conseguir lo que te propongas, si algo ansías, si algo sientes con toda tu alma, déjate la respiración, el sudor y el aliento en ello, como llegaron a hacer por ti.