martes, 16 de abril de 2013

Busco, te busco

Busco, te busco
Si por mí fuera, te buscaría sin necesidad de dormir
En cualquier momento, en cualquier estancia
Te observo de lejos, observo tu mirada
Esa que un día, era dedicada a mí
Sé que has seguido con tu vida, sé que te has enamorado, sé que solo soy un recuerdo
Y tú, tú también lo eras, pero renaciste
Un día, de noche, tus ojos se posaron en los míos, y eso bastó
Me di cuenta de que, fallé a tu confianza, y quisiera hacerte saber que enmendé todo aquello que te hizo daño, pero es tarde
Tarde para ti, para siquiera escucharme
Tanto amor que se calló por la niñez, por los errores de la pecadora que ciega debió estar, que si por ella fuera, se conformaría con verte de lejos y volverte a mirar
Con un hola y adiós, con la profunda amistad nacida entre los dos.
Ha pasado tanto, tanto tiempo
Que te aprendí a querer de lejos, en la distancia
Me duele la situación.
Supongo que te siento de tal forma, que con tan solo tenerte a escasos centímetros, mi cuerpo tiembla de nerviosismo.
De nervios y, de pena. 
Pena el tenerte tan lejos, en una distancia que solo permite recordarte mirando y dejándote de mirar
Eras tan especial, que actualmente, con los destinos tan distintos y tan próximos, me da igual el mundo.
Las personas que nos conocen mantienen un incómodo silencio.
Las personas que creen conocernos afirman una sentencia de lejanía 
Las personas como tú y yo, más bien, lo que fuimos una vez, mantienen bajo un caparazón, lo que la fuerte amistad fue.
Cada uno tuvo otros amores, aprendió a amar.
Pero tú y yo, eramos un sueño ilusionado, una realidad adulta.
Una mirada llena de cariño, de un sentimiento potente que aún debía madurar
Pese a esto, tal vez, la imaginación golpea mi pared
No obstante, sigo aquí. Y la cuestión es, ¿sigues ahí?
Aún el tiempo, aún los sustitutos y los destinatarios del corazón, ¿sigues ahí?
Quiero explicarte lo que, no pude hacer.
Porque nunca te olvidé, ni lo intenté.
Tan solo esperé mi momento, mi oportunidad.
Mis palabras ancladas a la red se hospedan, sin que las puedas ver.
Y me da igual, todo deja de importar. Quiero luchar, quiero luchar por ti.
Quiero recuperar lo que un día, dejé ir.
O, más bien, no quiero recuperar nada, solo quiero saberte despedir
Para volver a decirte hola, que me conozcas.
Que sepas quién soy, quién puedo ser
Lo que puedo hacer por ti, mis gustos, mis sueños.
Quiero saberlo todo de ti, tus miedos, tus pesadillas, lo que temes perder y lo que ansías ganar.
Volver a empezar.
Solo espero que me des esa oportunidad. Solo consta de ti.
Te estoy esperando, me estoy muriendo aquí.
Me mata la situación. Pero voy a luchar.
Jamás te pude olvidar, ¿me pudiste olvidar?
Depende de lo que profundicé en tu alma, podré salir.
Porque si consigo tu atención, si consigo tu valerosa amistad
Yo cuidaré de ti, aún me lo niegues, lo haré.
Si te vas para siempre, me matarás. Si vuelves y me das una segunda oportunidad, la haré verdadera
Mas que, si no decides volver, entre mis sueños y deseos, añoraré tu vuelta
Cuidaré lo que perdí y, en nuestra estación, en la columna 66, lloraré cuidándote en la lejanía de tu vida
Sufriré con tu partida, pero, estará presente ese mirar con el que un día, marcaste mi vida, mi destino y mi camino.
Ahora no tan visible, pero lo serás, lo seré si alguna vez, te marqué.
Ahora, mañana o nunca, no dejarás de importante en lo más profundo y en lo más oculto de mi interior. De mí.
Nunca pude demostrarlo, pero realmente, la importancia que tienes en mi ser, era la esencia de mi sensibilidad. La cual, espera recuperar el calor, tu calor.
Busco, te busco. 
Dame, dame esa oportunidad, por favor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario