sábado, 15 de junio de 2013

En el umbral de tu partida, me encuentro en la solitaria ruta de la vida
En esta soledad tan silenciosa distingo algo de ruido
Quizás algún lamento por tu añoranza, tal vez una esperanza
Pasa el tiempo, pasa y pasa pero tú no regresas
Tú no tienes interés en volver y yo, deseo con ansias una dirección
Atardece en mis sueños y amanece en los tuyos
Contrastes amplios, realidades obvias
Pese a la desolación y a la navegación sin brújula 
Me hundo como un barco aunque sin embargo, por ti puedo respirar debajo del agua
Aquí me encuentro, aquí te espero
En el fondo del mar, en una brisa sin calidez, sonriendo
Pues mi sonrisa no es la respuesta de las condiciones en las que habito, sino en las que puedo esperar si entre duros esfuerzos, me vuelves a mirar.

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