domingo, 23 de junio de 2013

Habrán momentos donde fallaremos.
Donde erraremos y perdamos la posibilidad de triunfar
No encontraremos el camino de vuelta a nuestra casa, llamada "uno mismo"
Y sufriremos las consecuencias de ciertas decisiones erróneas
No obstante, de todo se aprende
Nunca hemos de dar por zanjado algo si realmente nos importa
Si nos rendimos ante la primera adversidad que hallemos en nuestra paso, no podremos ser felices
Y, tal vez, lo que ansiemos cueste sudor y lágrimas. 
Pero el sudor que derramemos no significa que el esfuerzo no valga la pena, significa que lo damos todo de nosotros mismos y, nos hace sentirnos completos   
Y, las lágrimas, pese el dolor que conlleven, no deben significar que por la lucha de la felicidad hemos de sufrir eternamente, sino que  deberían servir para darnos cuenta que somos seres humanos y somos vulnerables.
Nadie es eternamente fuerte, ni siquiera el propio destino
Nuestro camino tiene miles de salidas y miles de entradas
La cuestión es, si somos capaces de sacrificar todas aquellas salidas necesarias para luchar por lo que queremos
Solo ahí, sabrás si realmente te importa algo de verdad
No hemos de olvidar que al ser imperfectos, podemos fracasar
Sin embargo, pese a que podamos hacerlo, lo fundamental es haber peleado en esta batalla llamada vida
Lo relevante, es dejar constancia de lo mucho que te puede significar algo o alguien.
Por nuestros actos, por nuestra fuerza interior, por nuestro corazón.


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