martes, 17 de diciembre de 2013

Esa persona

Quédate con la persona que te mire a los ojos y, de repente, no quiera dejar de hacerlo
Quédate con la persona que crea que eres más de lo que tú imaginas ser
Quédate con esa persona que te sujete la barbilla, te mire y sonriendo, te diga simplemente "gracias por estar aquí"
Esa persona que te diga"gracias por hacerme feliz" y, tras tú responderle "no hago nada extraordinario", se ría y te confiese: "soy feliz porque me enamoré de como eres, de quien eres y de lo que aspiras en este mundo, en el mío".
No temas si alguien te sujeta y no te suelta.
Tal vez aunque no lo sepas del todo, significas un universo para alguien, para quien te sujeta o para aquel que en la distancia lo ama todo de ti.
El amor es bello cuando recordamos que la vida es dura y te lo puede quitar, e independientemente de eso, eres feliz en ese momento.
En ese momento donde besas unos labios que te completan, observas una risa que te emociona y escuchas los sentimientos de alguien que realmente teme con toda su alma perderte.
Quédate con la persona que sin vivir juntos, te hace sentir como en casa.
Con aquella que sea tu mayor confidente y te haga reír a carcajadas por el mero hecho de que ya sabes como es y lo que va a decir.
Quédate con esa persona que te quiera hasta en tus peores momentos, cuando estás irreconocible, cuando te levantas de mal humor y te dura hasta el día posterior. 
Escucha a tu corazón, porque el verdadero amor no es aquel que te hace sentir mil mariposas por todo el cuerpo, sino aquel que las apacigua, te comprende y te transmite una paz casi imposible de alcanzar.
El amor no es descontrol e instantes de película.
El amor es un filme que creas tú a tu manera, sin repeticiones ni tomas falsas, es ahí, en el ahora, cuando debes valorar lo que en tus manos acaricias: el corazón y la vida de alguien.
Yo no sé mucho del amor, tal vez he cometido muchos errores que me han repercutido. Pero si algo sé, es que cuando el amor llega, lo hace de verdad. A veces no lo sabes hasta días o años después, pero cuando lo has reconocido ya no hay marcha atrás.
No significa que cada historia sea igual, sino que vives el mismo proceso del principio pero enmendando aquellos errores que te hicieron destrozar algún corazón.
O mismamente, reparar el tuyo.
 No sé lo que es durar años y años con una persona y mirar atrás y decir, valió la pena.
Hasta que una persona llega y cambia todo aquel pasado que no querías recordar.
Te hace mirar atrás y te hace sentir extraordinaria, queriéndote por como eres y sin importar lo demás, haciéndote madurar.
Por eso he escrito esto, porque para los que no lo sepan, hay corazones fríos, placas de hielo que les cuesta decir un te quiero sincero.
Mas que cuando descubres a una persona que le da igual, que recibe golpes y sigue insistiendo, te das cuenta de que tú misma te has abierto, le has dado tu corazón y de forma inevitable, no lo quieres de vuelta.
Lo prefieres en sus brazos, como tu cuerpo y su forma de besar.
Quédate con esa persona que acaricie tu piel sin descanso y se imagine que toca las bellas teclas de un piano.
Quédate con la persona que no te prometa mil cosas, ni te diga que te va a regalar el mundo...quédate con aquella que siéndote sincera no te regale todo aquello que dice, sino todo lo que siente, su vida y su forma de vivirla, sus sueños, sus deseos, y lo más importante, su amor.
El amor es extraordinario cuando sabemos que la otra persona y tú lo son.
Cuando la Tierra deja de girar porque el amor del dulce baile que deposita en tu destino, te marea.
Lo sabes.
Sientes un dulce mareo, una dulce calidez que espanta todo el frío, toda la desilusión.


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