lunes, 19 de mayo de 2014

Y si pudiera rozar tu boca con mi mirada desde la lejanía, lo haría.
Cariño, no temas, estoy aquí.
Sé que hemos perdido el rumbo, sé que te dejé caer y no supe que hacer.
Sé que te hundiste y muerto, reviviste para verme compadecer.
Si pudiera te agarraría la mano y besaría cada dedo de ella.
Amor, esto es real en mi imaginación.
Tu risa, tu olor, todo cuando me admiraba hasta lejos de ti.
No, no temas, no sé que pasó pero aún escucho tu corazón.
Tú en una esquina del sofá y yo en la otra, un muro infranqueable.
Y, querido, nos veo caer, nos veo desfallecer.
Ya nadie lo entiende, ya nadie apuesta por ti, por mí.
Tú ya no sabes como, yo ya no sé por qué.
Y, de repente, aparece una puerta con corriente que nos despeja los rostros, y nos miramos por primera vez en tiempo.
Sin hablarme, me preguntas si te puedes ir.
E incapaz de impedirlo, me giro y te digo que sí.
Caminas en otra dirección y justo ahí, te vuelves y yo comienzo a sonreír.
Sí cariño, todo acabó.
No tendremos que amarnos cuando no podamos más, no habrá que llorar de frustración cuando no me entiendas y yo no sepa que decir.
La puerta se cierra y sé que me has dejado la llave debajo de una alfombra inexistente.
Aunque los dos sepamos que ya no hay manera de regresar, nos queremos como a nadie.
No podemos olvidar que un día nos prometimos un futuro espléndido, y que ahora hay un gran desorden no sólo en la habitación, sino en nuestro corazón.
Amor, no te diré adiós, queda más romántico no decir nada y esperar a que la vida nos vuelva a reencontrar.
Pese a que sepamos que es lo que menos nos gustaría, pues el amor duele cuando se ama con todas las fuerzas que tenemos, pues la desesperación cuando gana a la pasión ya dice más que los hechos...
Te prometo que no lloraré, te prometo que si lo hago será lejos. 
Bastante vivimos, poco nos queda. Y de esa escasez, conservaremos lo mejor.
Y si pudiera correr hacia tu vida, la apresaría en mis brazos y le susurraría al oído que aún podemos volverlo a intentar.
Te diría que nadie podrá amarte como yo, pero tal vez esa evidencia ya no sea cierta.
Y por eso me quedo sentada en el sofá, viendo un canal aleatorio. Observando como el mundo va a seguir y lo hará sin ti, sin nosotros.
Sin esas miradas por la mañana y sin esos besos por la noche.
Sin la discusión típica que acaba en un arrebato de pasión, sin la dulzura de la sinceridad de una relación.
Ay, si pudiera amor, no te dejaba escapar.
Pero el amor lo puede todo, y más vale rendirse a tiempo, que perder hasta esa pequeña felicidad que aprendimos a cultivar.
No tengas miedo amor, ahora empieza otra vida.
Y, aquí, en este sillón, quedará grabada tu huella, como nuestro primer beso y lo que sin decir nos dijimos tantas veces.

"El amor es efímero, pero en esa simultaneidad podemos ser inmortales tanto, tanto tiempo...que la eternidad puede acompañarnos en nuestro viaje con dirección a la vida, a vivir".

Bea Morales






2 comentarios: