domingo, 3 de mayo de 2015

"Y con todo ardiendo, con ningún motivo para entrar en esa casa que se quema en silencio nos suicidamos los dos. Nos dejamos llevar por el fuego y morimos conscientes de que la toxicidad de ambos es lo que libera nuestras almas. El masoquismo de no dejarnos ir es lo que me mantiene viva entre tanta desesperanza, entre tanto desconsuelo y mentiras. Dime que no, miénteme a mí y sorpréndeme. Grítame que se acabó, échame de tu casa y cierra toda luz al final del túnel, porque sabes que no lo harás, porque siempre echas de menos que te abrace por detrás y llore en tu espalda; siempre buscas mi mano en la oscuridad; siempre pides disculpas cuando yo te he roto el corazón y tú has pisado lo que queda de mí. Y aunque nos digan que nos falta razón, somos unos tercos que se aman haciéndose daño, pues no sabemos hacerlo de otra forma. Sólo sabemos que entre el abismo de caer o levantarnos el uno sin el otro, preferimos caer para dormir entre lágrimas que mañana serán sonrisas de enamorados inmaduros, de enamorados que temen ahogarse en un vaso que ni siquiera ha tenido alguna vez agua.
Y con las llamas abrasando nuestra piel, caigo ante ti para susurrarte sin que me oigas cuanto te he amado y cuánto te amo en este momento, cuánto te amé cuando estaba rota y no sabía pensar con claridad, y cuánto te amaré cuando nuestras cenizas solitarias vuelen juntas por el aire. Sólo quiero salir de aquí, de ti. Pero es entonces cuando tú te arrodillas delante de mí y agarras con tus robustas manos mi diminuta barbilla, es entonces cuando me besas suavemente entre tanto caos y me haces sentir que aunque se caiga el techo y la casa entera, prefiero abrazarte enterrada entre tantos destrozos. Nadie lo entiende y nadie lo entenderá, y eso es lo que mantiene esto vivo, pues entre resurrección y resurrección, sentimos que lejos de casa solo somos piezas que no encajan, solo somos mera apariencia sin esencia. Somos un incendio eterno, un destrozo irrefutable, un desorden desparejo y una locura totalmente enamorada, totalmente unida por piezas diferentes, por piezas que jamás dejarán de amarse entre tanto odio, entre tanto caos que te hace sentir feliz y en casa.
Así me quieres tú, así te quiero yo".

Bea Morales Fdez 

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