domingo, 22 de noviembre de 2015

Los besos saben más dulces desde que los tuyos apresan los míos; el viento del invierno venidero se vuelve cálido si tu mano trepa por mi espalda con seguridad; el sol sale de noche cuando apoyo la mejilla en tu espalda para sucumbir a los brazos de Morfeo. 
Las hojas del otoño vuelan hacia ningún lugar y los malos recuerdos de amores pasados se resbalan al mudar de piel. Y, mientras amanece en mis ilusiones, tú te colocas detrás de mí y te sostienes conmigo. Frágiles hechos por la vida, fuertes juntos. El mejor amigo de mis ánimos, el amante de mis pasiones, el amor más dichoso e inesperado, mi caja de sorpresas en un mundo tan incierto, mi apoyo incondicional, el que volví invisible siendo lo más seguro que sentía, el que me esperó aunque la incertidumbre fuera su verdad más certera, el que está conmigo, él y ninguno más. Nadie como tú.
Ahora y el día de mañana. Así comenzó todo, así divisamos lo que con seguridad, será de alguna u otra manera eterno.

Bea Morales Fernández 

martes, 10 de noviembre de 2015

Trepo por el devenir de las circunstancias y el fluir del caudal de lo efímero. El dolor se convierte en sudor por los ejercicios del alma para dejarte atrás. Y simplemente lo que creí real, se derrama por el suelo formando charcos que esquivo para no resfriarme por ti otra vez.

Bea Morales Fdez

domingo, 1 de noviembre de 2015

Érase una vez un sueño impredecible que se volvió en la pesadilla más certera desde el primer momento en que se cruzaron sus miradas.

Bea Morales Fernández