miércoles, 27 de abril de 2016

Imposibilidad posible

Voy a devorarte. 
Voy a besarte y olvidarás tu nombre y procedencia. 
Te vas a enamorar de cada momento y no querrás abandonar este lugar vacío y frío porque el corazón se calienta unos minutos antes de dejar pasar por la puerta al invierno, el que siempre te acoge y te hace el amor cada noche. 
Te prometo que por un instante voy a amarte, voy a hacerte sentir que no podrás ser de nadie más cuando la concepción de la posesión vuelva a envolverse con el amor romántico. Y por eso me extrañarás, por creer que algo que no fue de ninguno, era cosa nuestra. 
Te arrodillarás ante la desolación, y pensarás que viviste la mentira más hermosa porque así mis labios lo susurraron. 
Te preguntarás cómo y por qué el motivo se volvió en una nefasta consecuencia, pero el problema radicará en la inocencia del no saber,  en la idea de que por haber amado demasiado una vez, dejé de sentir esa emoción por alguien, con la consecuencia de que todo el que entra en mi ilusión acaba por ser una foto más del álbum de mi indiferencia. 
Así que... ven. 
Ven y hazme creer que estoy viva para que cuando la muerte me atraiga hacia si, te haya hecho sentir la dicha de romperse el corazón en mil pedazos de la forma más bella: creyendo que esto era posible. 

Beatriz Morales Fernández 

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