lunes, 1 de agosto de 2016

Hay soledades que se tiñen de gris tras lucir pintorescamente; 
hay destinos entre dedos señaladores y manos entrelazadas; 
hay sombra detrás de la luz;
 hay amores que viven cada vez que mueren; 
y luego estás tú, 
la enfermedad que camufla mis carencias y el puñetazo que me rompe el alma.

Beatriz Morales Fernández 

No hay comentarios:

Publicar un comentario