sentimientos encubiertos de orgasmos,
idealización cegadora,
realidad macabra.
Amores de un instante
que parecían de por vida,
deseos concretos en el baúl
de lo que carece de importancia.
Ruido acosador ante la soledad necesaria,
oscuridad aterradora que baña el alma,
desgarros de ilusión
ante promesas fracasadas.
Ganas de amar y ser amada,
pero mejor hacer poesía,
algo menos inefable parece,
permite colorear la grisácea esperanza.
Beatriz Morales Fernández
No hay comentarios:
Publicar un comentario